DIARIO DE LOS ANDES (TÁCHIRA)
Semáforos sin luz, largas colas, cornetazos e improperios son parte del escenario que desde el lunes se vive en el centro en donde los atascos y hasta choques no se han hecho esperar, “cuatro horas sin energía es mucho tiempo”, dice la gente en las calles
Francis L. Pérez Rivero / @francislperez.-
A cuatro horas diarias sin electricidad por el racionamiento de energía programado por el Gobierno Nacional como medida para deducir el consumo de vatios, deben exponerse los sancristobaleses en diferentes bloques horarios, afectando la actividad comercial, laboral y creando además un caos vehicular en las horas picos en la ciudad, sobre todo en áreas como el Centro, que desde que inicio el racionamiento se ha convertido en un colapso.
Las avenidas del Centro de la ciudad se han convertido en un “desastre”, la falta de electricidad en los semáforos complica el libre tránsito vehicular, que de por sí ya era pesado por la cantidad de unidades de transporte público, motos y vehículos particulares que se movilizan por en esta importante zona comercial.
Semáforos sin luz, largas colas, cornetazos e improperios son parte del escenario que desde el lunes se vive en el centro en donde los atascos y hasta choques no se han hecho esperar, “cuatro horas sin energía es mucho tiempo”, dice la gente en las calles.
La 5ta y la 7ma avenida son una de las más transitadas, hoy a modo de corregir los embotellamientos del día lunes, se pudieron divisar efectivos de la Policía Nacional Bolivariana del área de transito, controlando el flujo vehicular en los semáforos, y aunque no solventan la situación, si dieron un respiro a los molestos conductores.
“Es mejor no usar el centro para llegar a otro lado. Hay muchas busetas, calles, semáforos, transeúntes, siempre ha sido un caos y ahora con el racionamiento eléctrico se pone mil veces peor, se puede perder una hora en tráfico”, dijo Martha Muñoz, residente de la ciudad.
El tema comercial es otro que se ha visto afectado por los racionamiento programado, desde fuera se puede ver en los establecimientos toda clase de “marañas” y cables para poder tener energía y brindar a los clientes un buen servicio aun con las limitaciones. En otros se aprecian letreros que especifican que no se recibe pago con tarjetas por la falta de electricidad, o “laboramos hasta las 4” por el mismo motivo.
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