DIARIO EL IMPULSO (LARA)
Cada vez que las estaciones de rebombeo de Hidrolara en El Carabalí y El Recreo, en Palavecino, se quedan sin electricidad, se dejan de bombear unos mil litros de agua por segundo al municipio, de allí las fallas que últimamente se han incrementado en Cabudare y las otras poblaciones.
La explicación la ofreció el ingeniero Martín Balza, gerente de producción de la hidrológica regional al referirse a los problemas que cada apagón, programado o intempestivo, ocasiona a los equipos de distribución del vital líquido.
Refirió que el año pasado las estaciones de rebombeo de Hidrolara se quedaron 3.425 horas sin fluido eléctrico, producto de 928 suspensiones y en los cuatro meses del 2016 ya se han registrasdo apagones por 1.200 horas, incrementándose en abril con 450.
En enero fueron afectados con 54 apagones, en febrero 75, en marzo 101 y en abril 450. “Cada vez que se va la luz en las estaciones de rebombeo de El Carabalí y El Recreo, Palavecino deja de recibir cerca de mil litros por segundo de agua”, señaló, indicando que además de Cabudare, otro municipio afectado es Torres.
Dijo que están sosteniendo reuniones con la gente de Corpoelec para coordinar mejor las suspensiones del suministro de electricidad y que no resulten tan afectadas las comunidades.
Hizo referencia a lo ocurrido con la estación El Carabalí que se quedó sin electricidad desde la noche del domingo hasta la mañana del lunes cuando una cuadrilla de Corpoelec pudo llegar y corregir la falla consistente en un fusible quemado.
“Pero durante esas horas el sistema permaneció apagado y por ende el agua no llegó a los sectores que de allí se sirven”, agregó.
Igualmente dijo que tienen problemas con el plan de racionamiento implementado por Corpoelec, en especial en los horarios nocturnos, pues la hidrológica no cuenta con suficiente personal para mantener operadores de guardia toda la noche.
Otra situación que se está presentando con la distribución de agua es el de los cisternas, muchos de los cuales, por falta de cauchos, baterías o repuestos, están inactivos.
El ingeniero Balza hizo hincapié en el llamado a la población para que entiendan que en la mayoría de las ocasiones, cuando no les llega el agua no es por culpa de Hidrolara sino por las fallas en el suministro de electricidad, “porque si no hay luz no hay agua”.
Igualmente recomendó no derrochar el líquido sino racionarlo para que no deje de faltar en cada hogar de la entidad.
Cada apagón representa mil litros de agua menos por segundo para la población