CORREO DEL CARONÍ
PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.
El “Plan Giordani” de destrucción de la industria de Guayana contemplaba como eje central la creación de dos súper ministerios centralistas llamados “Corporaciones Socialistas”. Una la del Acero. Otra la del Aluminio. El ministro de las ideas retrógradas, del tipo de “socialismo” de hace 100 años, anclado en el modelo (fracasado) soviético de la “planificación centralizada” logró, a través de un operador político del ministerio, que algunos activistas sindicales del PSUV le “compraran” la idea haciéndoles creer que había surgido del debate entre ellos y usando palabreríos vacíos como “integración industrial estratégica”. ¡Como si Guayana y la CVG de siempre no hubieran sido un “plan estratégico de desarrollo nacional”! Con sus virtudes y defectos. Sus luces y sombras, eso fue. ¡Como si la industria del aluminio en Guayana desde la bauxita a productos finales de aluminio, pasando por alúmina, carbones y el aluminio mismo no fuesen desde siempre una industria integrada! Pretendían descubrir “el agua tibia”.
El Plan Guayana Socialista 2009-2019 (que afortunadamente ya lleva cuatro años de atraso por inviable) contemplaba crear esos dos monstruos burocráticos centralistas. Esos dos superministerios. Ordenaba la desaparición de la figura jurídica de Sidor, Ferrominera, Venalum, Alcasa, Bauxilum, Cabelum, Carbonorca, las briqueteras, etc. y su sustitución por divididas y desarticuladas “unidades de negocio”. Todas las decisiones (sobre todo las grandes, pero también las pequeñas) se tomarían en los cenáculos de esos dos ministerios-corporaciones. Desde Caracas. Bien lejos de la industria real y sus problemas. Sobre todo, dividir y debilitar los sindicatos. Hacer imposible la medición de resultados y logros. Que ninguna fuese autosustentable ni productiva. Que todos dependieran del rentismo petrolero. Agradecidos de las “limosnas”. Que dijeran: “Estoy empobrecido pero te agradezco que sea el socialismo porque no me han despedido como (supuestamente) en Europa”. Siervos de la gleba del siglo XXI. Que nadie pudiera exigir. Todos dependientes de la gran burocracia roja de Miraflores. Como en la Cuba de Fidel siempre arruinada. Como en la URSS que implosionó por fracaso. Las cosas buenas de ese “Plan Guayana Socialista” (que las había) escondían lo que a los jerarcas rojos les interesaba: el centralismo destructor. Léanlo.
Igual que Corpoelec. Comparen con lo ocurrido en la otrora moderna industria eléctrica. Crearon el monstruo burocrático y centralista Corpoelec en el que hasta para pedir una constancia de trabajo hay que pedirla a Caracas. Por eso jamás resuelven trabajos de mantenimiento ni compra de repuestos. Tardan una eternidad. No hacen dotación al trabajador. Nadie resuelve. Ineficiencia o nada es la verdadera consigna “robo-lucionaria”. Destrozaron a las excelentes empresas Edelca y Electricidad de Caracas. Incluso a las estatales Enelven o Enelbar que eran positivas. Pero eso solo sirvió para empeorar al antiguo Cadafe. Lo que tenían de bueno las regionales como Eleoriente, EleOccidente, etc., se perdió. Y lo malo de ellas empeoró.
El socialismo democrático hace décadas que se deslindó del modelo retrógrado del “centralismo planificado”. Lo de Giordani (Maduro dice que si aunque no entiende nada) es una antigualla cavernícola que solo mantienen en Corea del Norte y Cuba. La gerencia moderna, la que ofrece resultados, es descentralizada, coordinada con planes nacionales pero con autonomía para decidir y actuar. Eso hace en todas partes donde hay desarrollo y progreso la centro izquierda, la centro derecha y cualquiera que quiera lograr resultados. Pone más cerca el poder al trabajador en contraposición al supuesto “socialismo” fidelista-soviético-militarista aunque éste hable de “poder popular”, solo para mantener el mito.
El “madurismo” quiere revivir ese monstruo burocrático de las dos “corporaciones” solo para satisfacer el ansia de poder y control de negocios de su grupito. Se autoengañan al hablar de “eficiencia” mientras centralizan. El centralismo siempre será ineficiente e improductivo. ¡Mosca Guayana! Los destructores vienen con una nueva coba para completar su “obra”. No exagero ni un ápice.
TIP 1: Pdvsa donó a Jamaica 1.7 millones de dólares US para “reparar los sanitarios de 26 escuelas”. Está en el informe de PetroCaribe. Lo detalló ayer en El Nacional el periodista especializado Andrés Rojas Jiménez. Eso significa 66 mil dólares por cada baño de cada escuela. 400 millones de bolívares de hoy o 400 mil millones “de los de antes”. ¿Los hicieron de mármol? ¿Quiénes eran los contratistas? Valdría la pena averiguarlo. Lo más repudiable es la enorme lista de escuelas y liceos que en Venezuela tienen los baños dañados de los que “la revolución no se ocupa”.
TIP 2: ¿Gobierno de calle encerrados entre cuatro paredes? ¿No se dan cuenta del ridículo que hacen? Ayer, Maduro y el grupito, hicieron otro episodio televisado de “gobierno de calle”. Esta vez en Chacao, Caracas. ¿Dónde? Encerrados en la base aérea La Carlota. ¡Ja! ¿“De calle”?. Tal como antes en un local cerrado en Los Teques. Y antes en otro más cerrado y pequeño en Maracaibo.
TIP 3: #Tropa. ¿No es un desprecio al militante psuvista calificarlo de #tropa? La tropa es una masa sin forma, donde el individuo pierde sus cualidades individuales y su pensamiento propio para actuar solo como parte de una masa que recibe órdenes. Los ofenden al calificarlos de esa forma. En el fondo pretenden acallar la inconformidad y la crítica de millares de psuvistas.