DIARIO DE LOS ANDES (TÁCHIRA)
Los violentos e intempestivos cortes de luz que se han agudizado en la zona de frontera, han provocado considerables pérdidas económicas, que están alrededor del 30%, además de las fallas en el suministro de gas y la falta de agua potable, así lo afirmó la presidenta de la Cámara de Comercio, Isabel Castillo.
«Hemos visto que la situación en San Antonio del Táchira no está bien, cada vez se cierran mensualmente cuatro establecimientos, ya sea de industria o de comercio, eso se ha venido presentando desde hace cuatro meses hacía acá, se han retirado bastantes personas de la institución y no es porque no quieran estar acá sino porque cierran sus santamarías y lo hemos visto con mucha preocupación, por todos los problemas que tenemos aquí en la frontera, sobre todo por los cortes violentos de luz», aseguró Castillo.
Manifestó que «los cortes de luz se han agudizado a todas horas del día mañana, tarde y noche, ya no sabe uno a que horas va a ser el corte, no son 10 ni 14 minutos es más de una hora, incluso hasta tres horas y eso nos ha causado gran molestia aquí en esta zona».
Las pérdidas más considerables han sido en la industria textil, la marroquinería y en el comercio, ya que las personas a la hora de hacer sus compras no pueden pagar con sus tarjetas porque no hay luz, para la parte electrónica, y el funcionamiento del aire acondicionado, «un cliente tiene que tratarse bien, en buenas condiciones para que pueda hacer sus compras», aseveró.
Dijo que están cansados de manifestarles a las autoridades que por favor coordinen los cortes de luz, que no sean violentos e intempestivos porque causan daños sobre todo en las industrias, ya que algunas a veces trabajan las 24 horas y no pueden parar los pasos que hay en la producción, al hacerlo se daña la materia prima, «entonces ¿quién le va a pagar al empresario o al industrial los daños y perjuicios?».
«Por favor hay que considerar esa parte, porque una zona de frontera tan dinámica como era ésta, sin comercio y sin industria no es nada es simplemente un pueblo, lo que queremos es que los organismos de seguridad actúen como gerentes sociales, que de verdad nos solucionen nuestros problemas para que por lo menos no sobrevivamos, sino vivamos esta zona de frontera», indicó.
Además de la luz, todavía hay desabastecimiento de gas, aunque poco a poco se ha manejado con los consejos comunales, el agua llega solo pocos días pero en las zonas altas no llega. En cuanto a los productos de primera necesidad siguen faltando, incluso en los mercados que son de acceso para toda la colectividad que vive en esta zona de frontera.
