EL UNIVERSAL
Trabajadores reclaman acciones por parte de la junta directiva.
La electricidad alimenta el estilo de vida de las personas, pero por otra parte coloca en riesgo a aquellos que trabajan cara a cara con ella. Su naturaleza es para tratarla con cuidado, y de no hacerse se crea el caldo de cultivo para accidentes que pueden llegar hasta la muerte.
En lo que va de año en las instalaciones del Sector Eléctrico Nacional (SEN) han fallecido ocho trabajadores, de acuerdo a reportes de los propios empleados. Si bien el oficio es riesgoso, la obsolescencia de los equipos, la falta de materiales y de instrumentos de trabajo han sido las principales causas para que el número de accidentes fatales haya crecido de manera importante este 2012.
Con el pasar de los días la preocupación y el malestar de los trabajadores aumenta al no ver cambios en la política de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec). Joan Contreras, delegado de prevención de la subestación Guacara (Carabobo) se preguntó: «¿la angustia va a ser hasta cuándo, hasta que sembremos de muertos a Venezuela para que la junta directiva haga algo?».
Contreras comentó que aunque en los primeros seis meses del año se destinaron 5 mil millones de bolívares para la Corporación «no hemos visto nada y se han estado incrementando las fallas». «Desde que está Argenis Chávez (presidente de Corpoelec) esto se ha ido para atrás», agregó.
Los obreros se enfrentan con problemas operativos, como la falta de equipos para los mantenimientos. Como ejemplo Contreras comentó el caso de subestaciones en Carabobo donde se han practicado reparaciones con conectores recuperados de otras instalaciones, pues no hay equipos.
En cuanto a elementos de seguridad Contreras señaló que los uniformes, que de acuerdo al contrato colectivo deberían entregarse una vez al año, no llegan. Mientras que los extintores de incendio en las sub estaciones no son recargados desde el 2010.
Al combinarse estos elementos la seguridad industrial es cada vez menor, y el riesgo de los trabajadores a estar más expuestos a explosiones y descargas eléctricas es mayor. «Nos enfurece que las causas que están originando esto se mantienen ahí». Contreras dijo que los trabajadores instan a las autoridades a inspeccionar las instalaciones de la empresa.
Durante la actual gestión el año con más decesos ha sido el 2006 con nueve, cifra que bajó a tres en 2010, pero ha crecido nuevamente este 2012.
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