A cuatro años de emergencia eléctrica 03/06/2014

Encabezado

GRUPO RICARDO ZULOAGA

CUATRO AÑOS DE EMERGENCIA ELÉCTRICA, MILES DE MILLONES DE DÓLARES DESPILFARRADOS Y EL RACIONAMIENTO ELÉCTRICO SIGUE CASTIGANDO DIARIAMENTE A LOS VENEZOLANOS

La interminable emergencia eléctrica ha servido para asignar sumas mil millonarias de dólares a compras adjudicadas de forma directa, con sobrecostos injustificables, que han derivado en equipos inconvenientes para el sistema eléctrico venezolano y que no han resuelto la crisis.

Según el documento: Historia de la industria eléctrica en Venezuela 1950 a 1998, elaborado por el Ing. Rodolfo Tellería,  la inversión total pública y privada acumulada de 1950 a 1998, indexada a valores de 1998, alcanzó un monto de US$ 48.254 millones.

Esa inversión permitió construir un sistema eléctrico robusto y con tecnología de vanguardia a nivel mundial con:

–     Sistemas de distribución firmes y redundantes en todas las ciudades y pueblos de Venezuela, lo cual permitió desincorporar las planticas de generación que se encontraban distribuidas en el territorio nacional y desarrollar un sistema eléctrico totalmente interconectado.

–     Centrales de generación hidroeléctricas como Guri, entre las mayores del mundo, que en conjunto con otras centrales hidroeléctricas suministraban más del 60% de la energía eléctrica consumida en el país, ahorrando el uso de ingentes cantidades de combustibles fósiles (El ahorro supera los 400.000 barriles equivalentes de petróleo diariamente).

–     Centrales térmicas complementarias que después de 35 años, aún son las de mayor capacidad en Latinoamérica.

–     Un sistema de transmisión a 765 kV, 400 kV y 230 kV que permitía llevar electricidad a todas las regiones de Venezuela.

Esa inversión hizo que Venezuela ocupara en 1998 el primer lugar de electrificación de América Latina (Más de 94% de nivel de electrificación) y el mayor nivel de consumo per cápita  de la región, tanto en consumo residencial como en consumo industrial por un amplio y diverso universo de industrias, incluyendo las grandes industrias petrolera y metalúrgica. En 1998 el consumo industrial de Venezuela duplicaba su consumo residencial. Sin embargo, actualmente, el consumo residencial supera el consumo industrial, reflejo de la debacle económica que vive el país.

Es decir a finales de 1998 se disponía de una infraestructura eléctrica de avanzada y con la calidad de servicio de mayor nivel de satisfacción para la sociedad venezolana. Sin embargo, ese servicio eléctrico se ha transformado, en los últimos 15 años, en insufribles e interminables cortes de electricidad, principalmente en la provincia venezolana.

De acuerdo a la investigación realizada por el Ing. José Aguilar, desde 1999 al 2013, los dineros públicos destinados al sector eléctrico nacional alcanzan un monto acumulado, indexado a 1998, que supera los US$ 94.000 millones, suficientes para haber construido dos sistemas eléctricos de dimensiones similares al que existía para 1998.

Cabe destacar que el acumulado en “dólares corrientes”, desde 1999 a 2013, es de unos US$ 120.000 millones y dentro de dicho monto, bajo decretos de “Emergencia Eléctrica”, las asignaciones, solamente desde el 2010 al 2013, suman unos US$ 74.000 millones (Dólares corrientes) 

Los resultados no se corresponden con el dinero asignado y los responsables de su administración no han rendido cuentas que justifiquen tal despilfarro de recursos y lejos de haber mantenido y mejorado el servicio eléctrico, lo han llevado a una situación de déficit y precariedad que no serán revertidos con el actual modelo político.

Las excusas de los responsables (En 4 años de creado el Ministerio de Electricidad, 4 personas han ocupado el cargo) de la debacle del sistema eléctrico venezolano son múltiples y reiterativas: Lluvias, descargas atmosféricas,  incendios forestales, vegetación, animales,  crecimiento excesivo de la demanda, consumidores derrochadores, sabotaje y nuevamente, pretenden reeditar el fenómeno  climatológico El Niño, que según el gobierno fue la causa origen de la crisis en el 2009.

La supuesta causa inicial (El Niño) pasó, los eventos naturales no convencieron porque son comunes en todo el planeta, a los animales los dejaron en paz por lo inverosímil de tal argumento, la demanda eléctrica, porcentualmente, ha crecido menos que en cualquier otro período de tiempo similar, por lo que optaron por quedarse con los saboteadores, como causa de toda falla, porque no tienen rostro ni nombre y pueden ser acusados, cuando por la característica de la falla, no cabe otra excusa posible que la responsabilidad de las autoridades del sector.

LA REALIDAD ELÉCTRICA QUE SUFRE LA SOCIEDAD VENEZOLANA EVIDENCIA QUE NINGUNA DE LAS EXCUSAS DADAS ES LA CAUSA DE LA CRISIS Y POR ELLO LA GENTE SE PREGUNTA:

¿POR QUÉ EL PAÍS SIGUE SUMIDO EN APAGONES INTERMINABLES, SI  QUIENES HAN LIDIADO CON LA MAL LLAMADA “EMERGENCIA ELÉCTRICA” HAN TENIDO  RECURSOS ABUNDANTES Y EL TIEMPO  NECESARIO PARA SALIR DE ELLA?

La respuesta es: El modelo político que ostenta el poder en Venezuela, no tiene interés en resolver la crisis eléctrica,  por el contrario  sus acciones han estado dirigidas a inducir la crisis a objeto de desactivar el aparato productivo y  decretar una emergencia eléctrica que le permitiera disponer discrecionalmente de una buena parte de los dineros de los venezolanos. Esta afirmación se deriva de:

  • La ausencia de planificación y el incumplimiento de planes que llevaron a la insuficiencia y con ella a la emergencia.
  • La falta de mantenimiento que aceleró el reemplazo inmediato y las compras urgentes. El mantenimiento no genera comisiones y las compras urgentes son caldo de cultivo de irregularidades administrativas.
  • El congelamiento de las tarifas que asfixió económica y financieramente a las empresas privadas facilitando su estatización.
  • La desprofesionalización y subsecuente partidización política del sector que  aseguró la complicidad en las decisiones conducentes a la crisis del mismo.
  • El ocultamiento de la información, que permite  manipular la realidad eléctrica y evita la rendición de cuentas.
  • El entrampamiento energético: Se paralizaron desarrollos hidroeléctricos, para proceder a la compra indiscriminada y con sobrecostos injustificables de plantas térmicas, sin contar con el combustible necesario para su funcionamiento.

¿QUÉ NOS ESPERA EN EL CORTO PLAZO?

El “Entrampamiento Energético” continuará intensificándose con la suspensión del suministro de gas de Colombia. Esta suspensión incrementa el déficit de gas en la región zuliana. El volumen suministrado de 200 MPCD era dirigido a los sectores domestico, petroquímico y eléctrico y por tanto se está racionando gas a la red domestica de Maracaibo, al sector industrial de la región y a las plantas térmicas de la región, aumentando con ello el racionamiento eléctrico.

El volumen de gas (200 MPCD) suspendido, incrementará el consumo de gasoil  en el sector eléctrico en 100.00 barriles diarios, los cuales deben ser importados a precios internacionales, debido a la insuficiente producción nacional. Cabe destacar que las amas de casa a falta de gas, recurren al uso de cocinas eléctricas, lo cual acentúa el déficit de electricidad.

La infraestructura eléctrica continuará deteriorándose por uso abusivo y  mantenimiento deficiente y las obras requeridas seguirán rezagadas por falta de una gerencia acorde a la complejidad del servicio eléctrico y por tanto la crisis seguirá vigente y prolongándose.

SOBRE LAS TARIFAS ELÉCTRICAS

La energía eléctrica que se deja cobrar actualmente representa más del 40% del consumo total nacional (130.000 GWh) y excede toda la energía que se produce térmicamente en el país.

El gobierno en lugar de adoptar las medidas que  penalicen y disuadan a quienes de manera ilegal y fraudulenta hacen uso del servicio eléctrico, pretende incrementar las tarifas a los usuarios que religiosamente pagan por el mismo.

Si bien los ajustes tarifarios son necesarios para generar los recursos que permitan nuevas inversiones y cubrir los costos operativos, estos ajustes deben estar en consonancia con una gestión y uso eficiente de los mismos.

La sociedad venezolana debe cuestionar cualquier ajuste tarifario hasta que el gobierno presente un programa creíble, verificable y auditable que asegure: 

  • Ø La rendición de cuentas de los recursos asignados.
  • Ø La eliminación de asesoría técnica extranjera innecesaria y no calificada (Asesoría cubana al sector eléctrico suma alrededor de US$ 1.100.000 millones  y contando)
  • Ø La reducción del uso ilegal del servicio eléctrico y de la morosidad de los entes oficiales.
  • Ø El reajuste de la nómina de Corpoelec exageradamente recargada y la reformulación del contrato colectivo, que según las autoridades eléctricas está repleto de inequidades y solo beneficia al 10% del universo laboral. 

CONCLUSIÓN:

Las autoridades eléctricas han dispuesto de dinero  y tiempo más que suficientes para haber dotado al sistema eléctrico nacional de todas las obras para solventar la crisis eléctrica, Sin embargo, la sociedad venezolana padece de un servicio eléctrico que le causa perjuicios de toda índole por su baja calidad y frecuentes interrupciones.

LA CRISIS ELÉCTRICA ES CONSECUENCIA DE DECISIONES Y POLÍTICAS PÚBLICAS APLICADAS AL SECTOR ELÉCTRICO, INHERENTES AL MODELO POLÍTICO QUE LAS IMPONE Y QUE SOLO HAN CONDUCIDO AL DESPILFARRO DEL DINERO DE LOS VENEZOLANOS.

¿CUÁL ES ENTONCES LA SOLUCIÓN?

La solución pasa por el cambio del modelo político que impone políticas, decisiones y medidas erradas y la puesta en vigencia de un modelo de gestión del sector eléctrico basado en la ética y el conocimiento técnico, administrativo y gerencial.

 

MODELO DE GESTION