EL CARABOBEÑO
Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
La desidia pudo más que 51 años de historia y capacitación. Ya solo quedan ruinas manifestadas en techos rotos y unas instalaciones entregadas al hampa, de la que fue la única escuela técnica de formación eléctrica en el país. El Gobierno prefirió clausurar la institución.
Se trata del Centro Profesional Germán Celis Sauné de Corpoelec, ubicado en el municipio Libertador de Carabobo, que no solo era pionera en Venezuela, sino en latinoamérica. “No hay otro instituto como este ni en países vecinos”, aseguró Johanna Galarraga, trabajadora del lugar.
Más de ocho mil jóvenes fueron formados en este centro. Algunos de ellos llegaban del extranjero para ampliar sus conocimientos y habilidades en redes eléctricas, subestaciones, operadores, y análisis de procesos comerciales. “No entendemos cómo el Gobierno permitió el cierre”.
Esta medida agudiza la crisis del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que ahora tendrá que enfrentar la desprofesionalización de su personal. Ante la falta de insumos y recursos, eran los trabajadores con sus conocimientos y pericia, quienes atendían cada desperfecto e interrupción del servicio, aunque no contaran con las herramientas necesarias.
Durante los últimos seis meses, la escuela Germán Celis Sauné se mantuvo paralizada al no contar con los recursos para que las clases se impartiera. Durante ese tiempo, los trabajadores se quedaron en las instalaciones para resguardarlas. “Pusimos muchas veces en peligro hasta nuestras vidas por los constantes robos”. Hoy la institución está totalmente desmantelada.
Más de 600 alumnos se quedaron sin culminar sus estudios. A eso se le suma 100 nuevos desempleados que laboraban en las áreas de docencia, administración y el departamento operativo. Galarraga resaltó que las gestiones ante Corpoelec se hicieron para evitar el cierre. “Pero nunca se mostró la disposición para buscar una solución”.
Desde marzo, por falta de presupuesto, la empresa de servicio de seguridad que se encargaba de resguardar las ocho hectáreas del centro de formación, fue sustituida por dos milicianas que son adultas mayores. Los robos se comenzaron a incrementar. “Avisamos al Cicpc, Sebin, alcaldía, pero nadie hizo nada hoy está escuela queda inoperativa y sus pérdidas son incuantificables”.
Desde Corpoelec recibieron un oficio con la reubicación a las oficinas centrales de Carabobo de parte del personal. Ellos se niegan y no descartan acciones de calle en los próximos días para exigir la reactivación de la escuela.