DIARIO LA VERDAD (ZULIA)
José Aguilar / Ingeniero Eléctrico / jgasaguilar@hotmail.com / @SoyJoseAguilar
Depende de cada uno de nosotros acabar con esta penosa agonía; quien no sea parte de la solución es parte del problema. ¡Manos a la obra que sí se puede!
A 44 días para que finalice 2016, Venezuela se encuentra en un tenso “compás de espera” pues mañana será 11 de noviembre y se deberá reportar al país de qué resultados se dispone para llevar nuestra patria hacia mejores rumbos. Este “mientras tanto” inducido, de no mostrarle el queso a la tostada, sería un intolerable fraude. Nadie niega que ha habido esfuerzos pero lo que se requiere son resultados concretos para ya, y no para “mañana” ese futuro que nunca termina de llegar.
Por donde se le mire, la situación nacional es intolerable, y las matemáticas no mienten: más de 15 por ciento de contracción energética, 10 por ciento del producto interno bruto (PIB), más de 50 mil asesinatos desde el previo episodio de “diálogo” en 2014, más pobreza; la inflación más alta del mundo; más corrupción; más impunidad; menos libertad de expresión; más presos políticos; todo producto de una sociedad de cómplices que busca aferrarse al poder a como dé lugar; indefinidamente, vendiendo una seudodemocracia que insulta nuestras mejores tradiciones.
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) no está a la altura para soportar un urgente despegue de la economía criolla, porque la capacidad térmica más costosa del mundo no podría sostener el esfuerzo requerido. Es inaudito que sea así, después de haber malgastado más de 40 mil millones de dólares, salpicados por la corrupción, incumplimientos y la impunidad, lo que permite prolongar el yugo y cadenas que enredan el acontecer nacional por aferrarse a un proyecto político fracasado, corrupto y tiránico.
Si el 11 de noviembre, no transmite las bases para concretar en 2016 los cambios reales que arresten la destrucción económica del país, Venezuela irá camino a ser un caso de estudio obligado a nivel mundial. Qué es lo que no se debe hacer con un país, que tuvo potencial sobredotado para una posición de liderazgo y no un país que está en la cola del atraso y ruina.
La historia nos juzgará de no tomar en serio el 11 de noviembre. No hay sustituto para la victoria que la patria nos reclama ya, para 2017 sería demasiado tarde. Depende de cada uno de nosotros acabar con esta penosa agonía; quien no sea parte de la solución es parte del problema. ¡Manos a la obra que sí se puede!
http://www.laverdad.com/opinion/108833-dialogo-electrizante.html
