Diluvio electrizante

DIARIO LA VERDAD (ZULIA)

 

José Aguilar / Ingeniero Eléctrico / jgasaguilar@hotmail.com / @SoyJoseAguilar

Más del 45 por ciento del ascenso del Guri, ha sido a través de los amargos e injustificados sacrificios de los hogares, comercios e industrias por racionamientos declarados y ocultos en el país, que han reducido en más de 30 mil GWh desde enero de 2016, destruyendo a su paso la economía y calidad de vida

Es inaceptable que en menos de 15 meses la irresponsable y desatinada gestión de la dictadura, haya llevado al país a los dos extremos de cota

Mientras que Venezuela se ahoga en un diluvio de perdigones, balas, bombas lacrimógenas o “gas del bueno” y el más grande fraude electoral de la represiva dictadura, la región de Guayana se está inundando por la mala operación llevada a cabo de las compuertas de Guri y las otras represas de esa región. Esto último representa un diluvio electrizante, pues agrava los riesgos operacionales de nuestra más valiosa infraestructura e irresponsablemente expone a daños y penurias a la población que vive aguas debajo de dichas represas.

Este malvado accionar del Sistema Eléctrico Nacional, (SEN), forzó prematuramente hacia arriba el embalse de Guri, para hacer “un show”. Mientras la naturaleza en este julio de 2017, nos dio el regalo más generoso en aportes de agua al embalse desde 1950. Pero más del 45 por ciento del ascenso del Guri, ha sido a través de los amargos e injustificados sacrificios de los hogares, comercios e industrias por racionamientos declarados y ocultos en el país, que han reducido en más de 30 mil GWh desde enero de 2016, destruyendo a su paso la economía y calidad de vida.

Esta maldad ejecutada con alevosía contra la ciudadanía, revela que mientras no llovía lo suficiente durante 2014 y 2015, se operó el embalse al 127 por ciento, pero en los últimos 15 meses, lloviendo a cántaros se ha operado a un 90 por ciento. Es el mundo al revés.

Es inaceptable que en menos de 15 meses la irresponsable y desatinada gestión de la dictadura, haya llevado al país a los dos extremos de cota: casi la mínima, con racionamientos evitables y ahora a la cota máxima forzando al tope el embalse prematuramente y así reduciendo inexcusablemente su maniobrabilidad en plena época de lluvias, para evitar daños a la propiedad y seres humanos.

Las plantas térmicas siguen dando tumbos en especial en el Zulia. En estos días  cruciales, es imperativo que el pueblo decida si le pone un parao a este desastre o se resigna a vivir en la miseria energética en que está sumergida Venezuela; un país que ha sido llamado «tierra de gracia», pero que la dictadura se empecina en darle un «tiro de gracia»; lo que ocurra depende de cada uno de nosotros. Es imposible admitir que esto siga sucediendo. ¡Manos a la obra que sí se puede!

http://www.laverdad.com/opinion/124872-diluvio-electrizante.html