DIARIO LA MAÑANA (FALCÓN)
En vilo, se encuentra la estabilidad de los comercios que hacen vida en la Zona Libre de Paraguaná. Si de por sí el contexto actual no es muy alentador para la población en general, especialmente para estos comerciantes, debido a los problemas que han tenido que afrontar ante los mecanismos económicos implementados por el Gobierno actual, con mayor ahínco en la adquisición de divisas para poder comprar sus productos, las recientes fallas eléctricas, principalmente la registrada el pasado sábado en toda la Península, producto de la explosión en la Subestación Planta Centro que averió dos de las tres unidades de la Termoeléctrica “Josefa Camejo”, según indicaron las autoridades de Corpoelec Falcón, dejan en “casi nula” la operatividad de tan importante fracción comercial de Falcón.
Muestra de ello es la caída del más del 50 % de sus ventas en el último mes, tal y como lo refiere Ángel Álvarez, comerciante la empresa “Style”, dedicada a la venta de muebles, lámparas y aires acondicionados.
Por los apagones, ha tenido que bajar su santamaría a las 4:00 de la tarde, dos horas antes de su cierre normal. “No hemos vendido nada de lo poco que tenemos.
Tampoco contamos con una planta eléctrica, porque cuestan mucho y ya ni se consiguen”, precisó.
El “Grupo Aim” vive de la importación, como la gran mayoría de las empresas de esta zona.
Cuenta con cuatro sucursales en la ciudad de Punto Fijo y 50 empleados directos. Sus dueños han podido abrir sus puertas ya que tienen una planta eléctrica, pero la misma ya comienza a sufrir los estragos por dichas interrupciones. “Hemos batido el récord en apagones.
Nos vemos en la necesidad de cerrar temprano y eso perjudica nuestro trabajo; además, como padres de familia son penurias las que pasamos en estas circunstancias”, expresó Blanca López, encargada de la tienda de lencería.
Las horas sin luz, que causan un colapso general porque resurge el congestionamiento en las principales vías de la ciudad y genera hasta el incumplimiento del horario escolar, han dejado a su paso la poca afluencia de clientes foráneos debido a que, “cuando se va la luz, nos quedamos sin punto de venta y los turistas, por falta de esa comodidad, no compran”, opinó Muhammad Gib, dueño de una tienda de electrodomésticos.