EL SOL DE MARGARITA
Corpoelec se comprometió con esa comunidad a dictar cursos de manejo de las contingencias y anunció un censo para determinar el número de familias afectadas tras la falla del sábado
El cierre por dos horas de la avenida Juan Bautista Arismendi fue la forma que encontró la comunidad de La Isleta II para manifestar su queja contra la contaminación que produce la planta eléctrica Luisa Cáceres de Arismendi, que se intensificó la madrugada del sábado, cuando explotó un transformador.
La principal arteria vial del estado fue otra vez escenario de una protesta que tuvo como meta alzar la voz en contra de la contaminación que viven a diario los vecinos de la planta generadora de energía, en el municipio Mariño, por lo que exigen la reubicación de las familias más próximas a la estructura.
Según Gregorio Villarroel, habitante de La Isleta II, el cierre, que inició a las 6.00 am, culminó luego de que invitaron a una reunión con directivos de Corpoelec, encabezados por el subcomisionado de Distribución y Comercialización, Ángel Bermúdez.
Villarroel indicó que durante el encuentro con los vecinos plantearon la realidad de la comunidad, que destaca “la generación constante de gases tóxicos que perjudican la salud de niños y adultos”, además de la contaminación sónica, que ha disminuido la capacidad auditiva de varios habitantes.
El representante de La Isleta II indicó que Bermúdez y otros ingenieros solo asomaron la idea de que la comisión, integrada por personas de la comunidad, censara a las familias para servir de intermediarios en una futura reubicación, aunque no hay planes precisos.
Ante la realidad de que “no van a mover de allí la planta”, Villarroel dijo que Corpoelec dictará varios cursos en la comunidad para que cada uno de los habitantes sepa manejar las contingencias.
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