“Era previsible que sin ingeniería y con pensamiento cuartelario el sistema eléctrico nacional colapsara”

QUINTO DÍA

 

Por: Mario Villegas

Víctor Poleo, ex viceministro de Energía y profesor de la UCV

“Gastamos 38 mil millones de dólares en comprar 13 mil megavatios de capacidad instalada y la mitad de ellos no sirven, mientras la otra mitad son sobrecostos, despilfarro y corrupción”

“Las lluvias no obedecen órdenes militares, así que es inútil la Misión Lluvia Soberana lanzada por el ministro Motta Domínguez”

Víctor Poleo fue figura clave al mando del sector energético nacional en los dos años iniciales del chavismo en el poder. Alí Rodríguez Araque era el Ministro de Energía y Petróleo y Poleo el Director General del Sector Eléctrico, cargo equivalente al de viceministro.

Desde esa importante posición se dispuso a corregir los males acumulados de la antigua Compañía Anónima de Administración y Fomento Eléctrico (Cadafe) pero sostiene que una vez fuera del cargo, los hechos políticos de los años 2002-2003 dieron pie a un proceso de desprofesionalización y militarización del sistema eléctrico nacional, lo cual hacía previsible que este colapsara en algún momento.

En entrevista para los lectores de Quinto Día, Poleo analiza las causas de las fallas que recurrentemente afectan al sistema interconectado nacional y denuncia el despilfarro, los sobrecostos y la corrupción que, según él, han teñido la inversión de más de 38 mil millones de dólares en la adquisición de 13 mil megavatios de capacidad instalada cuya mitad ni siquiera sirve.

-¿Qué es lo que pasa con el sistema eléctrico nacional?

-Desde 2003 viene siendo desprofesionalizado y militarizado. Es previsible entonces que, sin ingeniería y con pensamiento cuartelario, un sistema eléctrico interconectado colapse. Un sistema tan singular, con un rio Caroní único en capacidad de generación eléctrica, es complejo en cuanto a que la conducta del río es probabilística, lo cual obliga a una planificación y a una operación anticuartelaria. Las lluvias en el Caroní no obedecen órdenes militares, lo que significa que la Misión Lluvia Soberana lanzada por el ministro Motta Domínguez es absolutamente inútil.

-¿A qué se deben las fallas actuales en el suministro de energía?

-A tres factores. El primero, es la pobre operación de las presas del Bajo Caroní por la ausencia de criterios de operación óptima. El nivel del embalse en el Caroní está hoy en su mínimo histórico. El segundo, tiene que ver con la termoelectricidad. Después de los hechos de 2002 la industria petrolera nacional perdió un colegiado nacional de 15 mil ingenieros, geólogos, geofísicos, refinadores, entre otros profesionales, a consecuencia de lo cual la industria petrolera perdió la capacidad de producción de un millón de barriles diarios. Hoy estamos en 2 millones y medio. La termoelectricidad se alimenta de gas natural, diesel y residuales. No hay ni gas natural suficiente, estamos importando diesel y no estamos importando gas natural porque Colombia detuvo el suministro a la termoelectricidad del Zulia, el gas doméstico del Zulia y a la petroquímica. El tercer factor es que hemos gastado 38 mil millones de dólares en comprar 13 mil megavatios de capacidad instalada y la mitad de ellos no sirven, mientras la otra mitad son sobrecostos, despilfarro y corrupción. O sea, tuercas y tornillos inútiles. Esto no hizo crisis nacional antes debido a que la demanda había sido asfixiada.

-¿Dieciséis años han sido muchos o pocos para acometer los cambios estructurales que afectan el cabal desempeño del sistema?

-En una primera etapa de dos años, de 1999 a 2001, cuando fui Director General del Sector, quisimos corregir los males acumulados de la antigua Cadafe, pero luego de los hechos políticos del 2002, 11 de abril y paro petrolero, con alta renta petrolera el Gobierno comenzó un proceso de descoyuntamiento del sistema eléctrico nacional.

-¿La IV República dejó en pésimas condiciones el sistema eléctrico nacional o sus fallas son imputables a la Quinta?

-La IV República, ya desde finales de los años 40, con militares civilizados como Carlos Delgado Chalbaud, Rafael Alfonso Ravard, Víctor Maldonado Michelena en posiciones claves de gobierno, diseñaron y construyeron los desarrollos hidroeléctricos del Bajo Caroní, las industrias de Guayana y un sistema interconectado a muy alto voltaje. Venezuela entró temprano a un mundo de alta tecnología en transmisión eléctrica. En los 50 años posteriores se consolidó el sistema eléctrico nacional con participación de capitales privados e ingeniería nacional. Muy a pesar del sistema eléctrico nacional, Cadafe devino en una empresa ineficiente. La V República, del 2003 en adelante desmanteló las escuelas de ingeniería hidroeléctrica y termoeléctrica de las 14 empresas históricas públicas y privadas. Me refiero a Electricidad de Caracas, Electricidad del Zulia, Edelca, entre otras, que tenían una gran capacidad de resolución de conflictos operacionales.

-¿Fue un acierto la creación del Ministerio de Energía Eléctrica y de Corpoelec?

-No. De Corpoelec porque es un exabrupto mezclar manu militari 14 empresas históricas y corporativamente diferentes. Corpoelec devino en un monopolio a contravía de la constitución y de la legislación eléctrica. Además, Corpoelec ha pasado en apenas siete años de 17 mil trabajadores en las 14 empresas a 34 mil. Corpoelec es inviable financieramente. En cuanto al Ministerio, porque pese a la aparente jerarquía institucional del mismo su desempeño es de una grosera pobreza.

-¿Cómo evalúa la gestión de quienes han conducido el Ministerio?

-La gestión de Ángel Rodríguez fue fantasmal. Alí Rodríguez Araque es un estafador político que en el Ministerio de Electricidad, en combinación con Rafael Ramírez en el Ministerio de Petróleo, son responsables del gran despilfarro y la corrupción en el sistema eléctrico. Pruebas de varias de estas estafas eléctricas han sido presentadas ante el Tribunal Supremo de Justicia por el periodista César Batiz, y evidencias colaterales aparecieron en Andorra y el Banco de Madrid. Aunque quiero mucho a Héctor Navarro, tuvo una gestión gris. Y en cuanto a Jesse Chacón, una persona que al juramentarse prometió resolver en 100 días la complejidad de la crisis eléctrica, puso en evidencia y magnificó su desconocimiento del sistema y de sus propias capacidades. Además, continuó la tradición de despilfarro y corrupción.

-¿Qué espera del nuevo ministro, general Luis Motta Domínguez?

-Es demasiado temprano para juzgarlo, pero las realidades del sistema operan en su contra.

-¿Tiene el país los recursos financieros, técnicos y humanos para acometer los proyectos necesarios para estabilizar y perfeccionar el sistema?

-Sí tiene los recursos humanos y técnicos, más no los financieros que fueron despilfarrados en una década.

-¿Si usted fuese el ministro qué medidas adoptaría en el corto, mediano y largo plazo?

-Lo que se requiere en el país no es un cambio de ministro de electricidad, sino de la clase política gobernante y de su modelo.

-¿Cómo puede incidir el Nuevo Parlamento en la solución de los problemas del sistema eléctrico?

-Si hay elecciones y la composición del Parlamento es de mayor sensatez que la actual, se podría pensar en una Ley de Capitales Eléctricos para abrir espacio a nuevas fuentes de financiamiento y de ingeniería nacionales. Con un instrumento legal de esa naturaleza podríamos obtener recursos técnicos y financieros nacionales e incluso internacionales, fundamentalmente privados.

Quién es quién

Víctor Poleo nació en Caracas el 8 de septiembre 1942. En 1969 se graduó de Ingeniero Mecánico en la Universidad Central de Venezuela, y en 1974 terminó un Postgrado en Economía Matemática en Londres, Inglaterra. Es Profesor en el Postgrado de Economía Petrolera de la UCV, y siempre se ha desempeñado como consultor de empresas de las industrias petrolera y eléctrica, tanto públicas y privadas, como nacionales e internacionales. El primer y único cargo público que ha ejercido fue el de Director General del Sector Eléctrico entre febrero de 1999 y junio de 2001.

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