Fundación Badan opera con planta eléctrica en las mañanas por racionamiento

CORREO DEL CARONÍ

 

Los pacientes que iban a Badan, en el Babilonia Mall, pudieron ingresar a adquirir sus medicamentos. Correo del Caroní intentó conversar con la encargada de la Fundación, pero no fue posible
Los pacientes que iban a Badan, en el Babilonia Mall, pudieron ingresar a adquirir sus medicamentos. Correo del Caroní intentó conversar con la encargada de la Fundación, pero no fue posible

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Dos centros vinculados a la salud, ubicados en el Babilonia Mall, operan gracias a su planta eléctrica.

Aunque el centro comercial abre al público en general entre las 12 del mediodía y las siete de la noche, de acuerdo con el horario acordado por la Cámara Venezolana de Centros Comerciales (Cavececo) y el Ministerio de Energía Eléctrica, la Fundación Badan y el Centro Clínico San Antonio Care, operan a través de la planta eléctrica que poseen.

Un representante del centro comercial, quien prefirió no identificarse, manifestó que Badan, que provee medicamentos de alto costo para pacientes con enfermedades como cáncer, cuenta con planta para mantener encendidas las neveras –en las que almacena los medicamentos-; mientras que la clínica mantiene sus operaciones también por la activación de su generadora durante los periodos de restricción eléctrica. “Lo que nos preocupa es que si esos equipos llegan a fallar no tenemos un respaldo”.

“La restricción eléctrica nos afecta en gran medida, porque además queda acá la única oficina comercial de Cantv en Ciudad Guayana y 10 centros de medicina alternativa (…) 50% de los locales puede quebrar si esto sigue más allá de un mes”, resaltó.

Pese a que la directiva del mall conversó con funcionarios de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), asegura que solo “nos dicen que sigamos el guion de la conciencia colectiva”.

VELAS
En un local colocaron velas para iluminar el lugar, oscuro por la falta de energía eléctrica

Cocinas a gas, a media máquina

Entretanto, a los trabajadores de la feria de comida se les permitió el ingreso para cocinar, en aquellos casos en los que contaran con equipos a gas.

Daisy Jiménez, de Mediterránea Café Gourmet, explicó que aunque pueden cocinar, la falta de luz impide mantener el calor en las comidas. “La comida está en la línea, pero si no llega la luz, se enfría”, dijo, al apuntar que desde la semana pasada redujeron el menú de seis tipos de carne a solo tres, no solo por el racionamiento sino también por la baja en las ventas.

“Antes llegaba más gente”, apuntó.

En la entrada del centro comercial, los trabajadores aguardaban a que les permitieran entrar. El vigilante informaba que solo hasta las 12 podrían entrar.