El Gobierno no invirtió ni reparó nada en los seis meses que tuvo criminalmente paralizado 100% a Sidor

CORREO DEL CARONÍ

 

Dicen que para este martes 5 de julio al fin el gobierno permitirá que Sidor ponga funcionar la acería de Palanquillas y sus líneas subsiguientes. ¡Son seis meses de parálisis total! Algo que jamás en sus 54 años de historia, Sidor ni Venezuela habían sufrido. 180 días en los que la robo-lución condenó a nuestra gran siderúrgica a que no produjera ni “un chorrito” de acero líquido, ni una cabilla, ni un rollo de alambrón, ni un solo tubo sin costura. Tampoco ningún planchón de acero ni una bobina de laminados ni de hojalata. Porque dolorosamente también estuvo parada la acería de planchones. ¡Cuánto daño a Venezuela! ¡Cuánta ruina! Por eso es que los llaman, con plena razón, los destructores de Guayana.

Los trabajadores de la acería de palanquillas están arr…. muy disgustados.   Me dicen que creen que los culpables de la ruina, es decir, el gobierno, serían capaces de armar un show con “cadena” de TV y todo para ¿festejar? el “gran logro” de sacar una colada de acero. “Son muy caraduras”, explican “pero los trabajadores de la acería, los verdaderos, acordamos no prestarnos para ningún show. Traerán gente de afuera con camisa de Sidor”.

De un mísero 23% a CERO %

Necesario es recordar algunos hechos y datos. 1.- La ruina robo-lucionaria contra Sidor y contra la patria no es cosa de este año. En 2014 y 2015, por ejemplo, Sidor apenas pudo producir al 23% de su capacidad. ¡Casi el 80% perdido por culpa del estatismo salvaje y los jerarcas rojos! En lugar de producir 4 millones 300 tons/año de acero, la redujeron a apenas un poquito más de un millón. 2.- En Palanquillas, por ejemplo, solo hay un horno de fusión en capacidad de producir. De las tres máquinas de colada continua que de allí derivan, solo una puede trabajar. En Planchones es parecido. 3.- Por eso es tan pobre la producción de cabillas, alambrón, de hojalata y laminados.  Nada, ni cercano, a las 380 mil tons/año de cabillas o las 300 mil tons/año de hojalata. Menos que menos las 60 mil tons/año de tubos para la industria petrolera. La industria nacional transformadora se vio obligada desde hace cinco años a importar de Alemania y Holanda los laminados que antes y por décadas le compraban a Sidor. Nunca antes tuvimos menos patria que en “estos tiempos de revolución”.

En este 2016 el desastre fue peor. El 5 de enero se hizo la última colada en Palanquillas y tres días después la última en la acería de planchones. ¿La causa? Los únicos dos hornos que quedaban activos ya no daban más sin refractarios para recubrirlos. En almacén no quedaba ni una sola pieza de refractarios porque las deudas acumuladas con los proveedores del exterior eran tan grandes y viejas que no mandaron más. Aunque la cosa era aún peor.  Resulta que de “toda la vida” esas piezas refractarias se producían en Guayana, pero las dos empresas fabricantes fueron estatizadas por la robo-lución en 2009 bajo el conocido grito televisivo de “¡Estatícese! Y nunca más produjeron nada. Por eso desde 2010 el producto era importado. “Obra y logro” apátrida de la revolución.

Prohibido producir

Regresemos a enero 2016. Se paraliza todo. No hay más acero. Muchos trabajadores, la gran mayoría, comenzaron a reclamar y presionar.  Finalmente lograron que saliera un pago y llegara “alguito” de refractarios, mientras Maduro y sus ministros hacían varios shows-cadenas mentirosos sobre “motores productivos” con discursos con un cuento sobre que ellos hacen algo contra “el rentismo”. Pura falacia para disfrazar y evadir sus responsabilidades en el desastre. A mediados de febrero, con su propio esfuerzo, los sidoristas repararon un horno en cada acería. A producir. No era mucho, pero era algo.  Entonces vino la orden de Maduro y del ministro de electricidad. “Prohibido poner a funcionar esos hornos. Prohibido producir acero. Estamos en crisis eléctrica”. Otra vez Sidor y Guayana pagando los platos rotos de la corrupción y la incapacidad con las obras termoeléctricas.  Y no es metáfora para los siderúrgicos. Allí están en medio de la propia Sidor las dos plantas termoeléctricas negocio de “bolichicos”. Los “elefantes rojos” que muestran la gran corrupción. En ellas se malbarataron no menos de 500 millones de dólares. Para nada. Una está pudriéndose desde que llegó a inicios de 2010. La otra lista pero inútil. No hay gas. Nada de aquel cuento del “gas de Paria que llegará a la Patagonia”. Como tantos otros casos en toda Venezuela. Por eso cada vez más venezolanos cuando los oyen arengar: “Salgan a defender la revolución”, saben que en realidad están diciendo “salgan a hacer tropelías para defender nuestra corrupción”.

Ni les interesó aprovechar la parada para reparar

¿Qué hicieron el gobierno y los jerarcas rojos-verde oliva durante estos seis largos meses de parálisis impuesta a Sidor?   ¿Acaso pensaron constructivamente en al menos aprovechar la “parada” para reparar, reponer, reconstruir e invertir en tantos equipos e instalaciones que están dañados?.  ¿Se reparó la torreta de la máquina de colada continua de Palanquillas?  Sin eso, es una máquina de colada menos.  ¿Se reparó el transformador dañado que impide que pueda funcionar el horno 3 de Palanquillas?  ¿O el techo de la misma acería que es “un colador” cada vez que llueve?.    Estoy colocando ejemplos de la acería en la que hoy habrá arranque (y donde indigna pensar que habrá show de cadena TV). Pero la lista es interminable en cada laminador, en cada planta. Nada se reparó ni arregló aunque pudieron aprovechar la parada. Al contrario, mandaron a los trabajadores a sus casas. Al gobierno ni le duele ni le interesa Sidor. Y por tanto ni les duele ni les preocupa la enorme cadena de producción industrial en toda Venezuela que comienza en Sidor. No les interesa Venezuela.  En varias plantas no hay equipos móviles, pocas grúas industriales en servicio, varios equipos sin refrigerantes, motores a la espera de reparación, volquetas sin cauchos, no hay bombas de enfriamiento  como respaldo y mucho mas.  Líneas paralizadas con meses (y a veces años) a la espera de refacciones mayores en planta de pellas, en laminación en caliente. Hornos de fusión y/o de metalurgia “deshuesados”.  Tampoco hay insumos o el inventario es muy escaso como en planta de cal. Ni hablar del calamitoso estado del escaso transporte de personal que queda en servicio. Lo que va a arrancar este martes, si acaso, es lo que mismo que en febrero podía estar activo. Nada se avanzó ni mejoró.

Sidor: “No hay” como en las farmacias

Les doy otro dato que muestra la dimensión del daño causado por la robo-lución a Sidor.  Quien tenga acceso al sistema de control e inventario o a los informes internos, puede ver algo para llorar: 74% de las partes, piezas y repuestos inventariados como necesarios en Sidor, NO LOS HAY EN ALMACÉN. O sea, lo que se daña o necesita recambio se queda paralizado. No hay. A esperar si le pagan facturas viejas a algún proveedor para que acepte hacer un nuevo despacho… y que éste llegue cruzando el océano. Son decenas de miles (literalmente: docenas de miles) de tipos de repuestos desde simples tornillos, cables especiales, aceites, piezas de recambio para todo tipo de equipos hasta partes y piezas de más envergadura o especialización. Sidor siempre tuvo el 100% de sus piezas y repuestos en almacén con inventarios de hasta para un año o más. ¡La robo-lución acabó con to’! Nuestra gran Sidor, reducida al “Sidor-20%” por obra y gracia de la revolución. Esa es la que medio reiniciaría “alguito” coincidiendo con la fecha CIVIL de la patria: el 5 de julio.

TIP 1: ¿Fin del racionamiento eléctrico? Eso dicen. No hay que olvidar que ese terrible apagón que azotó a casi toda Venezuela y nos hizo peor la vida a casi todos (menos a los grandes enchufados) por casi cuatro meses, fue causado por el abandono y la indolencia del gobierno en la ejecución de las obras termoeléctricas (además de Tocoma). Planta Centro, TermoSucre, TermoTuy, Tacoa, etc.  Y los parques Eólicos. Y la corrupción con Macagua I, con el “negocio” de los Castro (Cuba) con las inútiles pero costosas plantas de “generación distribuida”. Las plantas usadas con los bolichicos.   Si la mitad siquiera de esas obras se hubieran ejecutado normalmente, Guri jamás habría llegado al nivel del colapso.  Guri nunca fue el problema.   Al respecto quiero refrescar al lector el trabajo que escribí a mediados de abril para la Revista SIC del Centro Gumilla y que fue publicado a finales de ese mes, titulado “Guri: víctima de lo que no se hizo”  Aquí http://revistasic.gumilla.org/2016/guri-victima-de-lo-que-no-se-hizo/.

http://www.correodelcaroni.com/index.php/opinion/item/46880-el-gobierno-no-invirtio-ni-reparo-nada-en-los-seis-meses-que-tuvo-criminalmente-paralizado-100-a-sidor