EL UNIVERSAL
Los apagones son continuos y las causas aún no se han determinado
San Antonio de los Altos.- Para poder vivir, Cirila Rodríguez está conectada las 24 horas del día a un concentrador de oxigeno. Ella no puede respirar por sus propios medios porque tiene un efisema pulmonar. Ayer pasó el susto de su vida pues en la urbanización Las Minas donde ella reside, la luz se fue por espacio de ocho horas.
El respirador que ella usa opera con corriente directa y aunque tiene portátil la pila sólo le dura 50 minutos. «Me angustié porque no puedo desconectarme del aparato. Lo uso hasta para bañarme. Llamé a Corpoelec para reportar la caída del servicio y saber cuándo sería restituido y así tomar acciones como pedirle ayuda a los bomberos para que me sacaran a una clínica y me atendieran. No supieron darme respuesta. Por fortuna la luz llegó y el problema no pasó a mayores».
Y es que las fallas en el suministro eléctrico se han convertido en el pan nuestro de cada día desde hace varias semanas para habitantes de los 27 edificios que integran el conjunto residencial, donde viven 1.400 grupos familiares. Los apagones ocurren cada dos días. «La luz se va por espacios de 40 a 50 minutos. Sin embargo, el miércoles la caída del servicio se prolongó ocho horas. Los electrodomésticos han sufrido los embates de los bajones de energía, lo cual deriva en pérdidas millonarias», expuso Roberto Prado, presidente de la Asociación de Propietarios de la Urbanización Recta de Las Minas.
También los sistemas hidroneumáticos y los ascensores de las torres residenciales han sufrido daños por este motivo. «Se desconfiguran y por ende los elevadores se descontrolan. Las reparaciones son costosas».
Las causas que generan los continuos apagones son desconocidas por los propietarios, pues nunca habían suscitado de forma seguida. «Estamos investigando si las obras de construcción de la estación del Metro de Las Minas generan la sobrecarga. En un hecho aislado, hace mes y medio, se reportó la caída del servicio y los habitantes de los tres primeros edificios quedaron a oscuras por 24 horas, debido a que la tanquilla se inundó por las lluvias. La falla fue solventada, pero a la tanquilla no le hacen mantenimiento de forma regular».
El jueves en la tarde los afectados enviaron una carta dirigida a Rubén Díaz, coordinador de Corpoelec en Altos Mirandinos, con la finalidad de informarle de las fallas del servicio y exigir una inspección técnica que determine las causas de los apagones. «Esperaremos la respuesta del organismo, pues la situación es grave y no podemos exponer los equipos a daños ni personas mayores que dependen de máquinas conectadas a tomacorrientes para seguir viviendo», apuntó Prado.
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