Homicidio electrizante

DIARIO LA VERDAD (ZULIA)

Por José Aguilar / Ingeniero / jgasaguilar@hotmail.com y @800GWHMWH

La crisis inducida por el mismo Gobierno, va a ahorcar energéticamente aún más a los venezolanos a partir de agosto de 2013. Pongámonos las pilas como sociedad

El Gobierno de Venezuela tiene 31 meses ocultándole al país la verdad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN); este es el peor apagón de todos. Reconozco las tribulaciones, por calor, electrodomésticos dañados, comida perdida, pero el Gobierno comete un homicidio electrizante contra la industria y el comercio del país. Desde el 2006, dichos sectores económicos, operan con un 14 por ciento menos en energía eléctrica. Esta es la causa de la escasez, inflación, más importaciones; un desastre sin precedentes para la nación y bolsillo del pueblo, pero una bonanza para las economías de otros países.

El actual ministro, con el cuento de una «demanda excesiva» que no lo es y endosándole la culpa a usted de la crisis inducida por el mismo Gobierno, va a ahorcar energéticamente aún más a los venezolanos a partir de agosto de 2013. Sin duda, otra confirmación más de que Venezuela entró en la era de la desenergización. Sin energía eléctrica, no hay progreso y cada vez tendremos menos calidad de vida. En efecto han convertido a los venezolanos en unos mendigos del sistema eléctrico.

En octubre de 2013, gracias a la iniciativa del señor Carrillo en Maracaibo, Venezuela cumplirá 125 años de historia eléctrica, pero por primera vez, Venezuela será un importador neto de electricidad, ya que, nuestras exportaciones eléctricas al Brasil serán menores a las importaciones desde Colombia. Sin esta electricidad, los andes eléctricos, que incluyen a Barinas y el Alto Apure vivirían a la luz de las velas.

El peor enemigo de su calidad de vida, seguridad y la economía es la grave crisis eléctrica. Por eso y porque nos afecta a todos, aquí está el meollo de la crisis política que vivimos. La crisis eléctrica es como la hipertensión, una enfermedad y un asesino silencioso para quienes no la pueden controlar. Usted estará totalmente indefenso y los más perjudicados serán los clientes leales, que pagan la electricidad.

Esta injusticia, requiere ir a la calle pacíficamente. No más pasividad. Pongámonos las pilas como sociedad y que la clase política se despierte. Venezuela se apaga. ¡Manos a la obra, que sí se puede!

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