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Vecinos diseñaron un plan de vigilancia que fue ignorado, la única fuente de luz la proporcionan algunos negocios
En un laberinto oscuro, de 11 transversales con una plaza y una avenida principal,se convierte la urbanización La Atlántida (Catia La Mar) después de las 6:30 pm.
Las únicas fuentes de iluminación con las que cuenta el sector de noche son las que proporcionan algunos negocios, pero de manera indirecta, como es el caso de las panaderías y restaurantes que alcanzan a alumbrar un tramo de las aceras.
De resto, desde las calles dos a la 10, la oscuridad es total. Los niveles de inseguridad son proporcionales a esta situación y están disparados.
Los vecinos denuncian que este panorama sólo le es favorable al contingente de indigentes, prostitutas y travestis que toman la urbanización hasta altas horas de la noche.
La avenida principal, que de día es muy concurrida por las siete agencias bancarias, seis restaurantes, cuatro panaderías, tres cibercafés, tres supermercados, cinco abastos y tres centro comerciales que posee, se convierte en zona roja y en un ambiente del bajo mundo como por arte de magia.
Puntos de control.“Durante la gestión del exgobernador Antonio Rodríguez propusimos un plan de vigilancia que consistía en colocar, al menos, cinco puntos de control en toda la urbanización. Nunca le hicieron caso al planteamiento”, contó Ruby Lozada, vocera vecinal de La Atlántida.
Agregó que antes urge, como prioridad, un plan de electrificación y alumbrado totalmente nuevo.
En la calle dos, Corpoelec comenzó a instalar postes nuevos, pero la gente necesita que amplíen esta red a las 11 transversales.
Según Lozada, “todas las semanas se reportan robos y hasta se han dado casos de secuestros”.
La Guardia del Pueblo y el Dibise prometieron hace un mes tener presencia en las noches. Los vecinos aguardan aún por esta medida
