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Vecinos y comerciantes aseguran que la zona es peligrosa, alumbrado público brilla por su ausencia
La avenida Tacagua es una de las más problemáticas del casco central de Catia La Mar, debido a la falta total de alumbrado público.
Está ubicada en la urbanización La Atlántida y es la vía que ofrece a los conductores acceso hacia la avenida principal de Playa Grande, Puerto Viejo (Urimare) y al final de su tramo, en dirección este-oeste, conduce al sector El Balneario.
Estos tres accesos carecen de iluminación, ya que los postes no sirven.
Rommel Peña, encargado de un local de comida en esa avenida, comenta que “las dos cuadras que están detrás del McDonald’s de Catia La Mar son de terror. Uno se ve obligado a cerrar temprano. Basta con asomarse a la entrada al negocio para darse cuenta del peligro con tanta oscurana”.
En la conexión hacia El Balneario es donde se producen más atracos, sobre todo a los conductores de la línea de ese sector. “Para pasar este tramo, desde la Tacagua hacia El Balneario, hay que hacerlo con cuidado. La zona, a partir de las 7 pm, se presta para atracos y eso que cerca tenemos un módulo de la Policía Municipal”, sostuvo Henry Vegas, taxista.
La Tacagua también tiene una bifurcación que empalma con el final de la calle 5 de La Atlántida, donde se encuentra el Colegio Juan XXIII.
Amelia Ávila, vecina de esa redoma, narró que aún en la tarde es peligroso para los chamos del plantel “por lo solo y poco vigilada que está la calle”.
La dama también aseguró que, de noche, cuando deben salir por alguna razón quienes habitan en su cuadra, tienen por norma evitar hacerlo por la Tacagua, aún cuando les queda cerca. “Es mejor no tentar al Diablo”, advierte.
