Las cosas que dice Lula

CORREO DEL CARONÍ

PÚBLICO & CONFIDENCIAL/Damián Prat C.

Como el Dr. Jeckyll y Mr. Hide, Lula Da Silva es un caso de doble personalidad, aunque en realidad es perfectamente explicable por aquello de “businees is bussinees”, es decir, “negocio es negocio”. Su labor como presidente de Brasil fue exitosa. Con más haberes que deberes aunque algunos casos de corrupción gruesa en su entorno más cercano son una mancha fea. Ese mismo Presidente que atacó con éxito la pobreza en su país sin expropiar nada, sin estatizar nada, sin destruir la empresa privada y más bien por el contrario, creando las mejores condiciones para el florecimiento de las inversiones. Ese mismo Lula que garantizó los derechos laborales y nunca actuó contra la libertad de prensa, es el que alaba y apoya al venezolano Chávez que hace exactamente lo contrario. ¿Por qué?

La entrevista que le hiciera hace pocos días un periodista de La Nación de Argentina es reveladora. Veamos: “Había una elección en Venezuela, donde dos personas se presentaron, Capriles y Chávez, y yo creía que Chávez sería mejor para Venezuela. Ahora creo también que el compañero Chávez debe empezar a preparar su sucesión. Porque la Constitución permite que Chávez sea candidato por cuarta vez, pero cuando él pierda los adversarios también podrían presentarse cuantas veces quieran, y eso no creo que sea bueno. Por eso es que yo mismo no quise un tercer mandato. Porque si lo hubiera hecho, hubiera querido un cuarto mandato, y después un quinto. Entonces si lo quiero para mí, es quererlo para todos. Y para la democracia, la alternancia de poder es una conquista de la humanidad, y por eso hay que mantenerla”.

Exacto. Lula era muy popular y si hubiera cambiado la Constitución para reelegirse, muy probablemente lo hubiera logrado. Pero actuó de acuerdo a sus valores y principios democráticos muy arraigados. “La alternancia en el poder es una conquista de la humanidad”, dice, Sin embargo, aplaudió una y otra vez la ambición obsesiva de Chávez, aunque ahora alerta que “debe preparar un sucesor”. El colmo es que dice que sería malo que sus opositores ganando quieran hacer lo mismo. El Dr. Jekyll y Mr. Hide.

Cuando el periodista le pregunta por la contradicción entre las políticas exitosas de su gobierno y las de Chávez, se va por la tangente y no responde sino cuando revela la verdadera razón de fondo por la que ha apoyado a Chávez todos estos años: “América del Sur ganó mucho con Chávez. Porque antes hasta los inodoros eran importados de Estados Unidos. Hoy importa de la Argentina, de Brasil, y de otros países”. Lean de nuevo. ¡Lo que le parece magnífico de Chávez es que importa de todo de su país! Porque Brasil se encontró con esa “mina de oro” de regalía. Fíjense bien. Si “antes” los inodoros era importados de EE UU, lo “bueno” no es que Venezuela ahora los fabrique y sea más independiente, ¡sino que se los compra a Brasil, crea empleo y riqueza en Brasil! Negocio es negocio.

Es igual para Santos en Colombia, Kirchner en Argentina, Mujica en Uruguay. Todos ven a Chávez como “el venaito” que destruye la industria y el agro en Venezuela, pero como tiene muchos petrodólares, sus países hacen tremendo negocio vendiendo de todo a Venezuela y dando impulso a sus propias industrias privadas, ganando mucho empleo. El vecino perfecto.

Observen el complemento de lo que dice Lula. “Venezuela empezó a mirar a América latina, y por eso defendí el ingreso de Venezuela al Mercosur. Por la importancia estratégica de Venezuela, es una de las reservas más grandes del mundo de petróleo y de gas, tiene un potencial energético extraordinario. Nosotros precisamos en cuanto Unasur discutir cómo hacernos socios de esa riqueza que tenemos. Por eso yo pienso que Chávez fue importante para Venezuela”. Jejeje. ¿Importante para Venezuela o importante para apoyar el crecimiento de la industria privada de Brasil y por tanto de la economía de Brasil? Confesión con mucho cinismo. “Hacernos socios de esa riqueza petrolera de Venezuela”, dice el expresidente de Brasil. Claro, mientras el gobierno de Chávez siga destruyendo la industria y el agro, Venezuela deberá comprarles todo a ellos. Y así se “hacen socios” de nuestra riqueza petrolera. Quien tenga ojos que lea a Lula.

TIP 1: ¿Saben los lectores que votaron por Capriles que en 1.651 mesas de todo el país, Capriles sacó más del 80% de los votos? ¿Sabe que en 500 de esas mesas, Capriles sacó más del 90% de los votos? Digo para contraponer al hecho que en 40 mesas de todo el país (mesas muy pequeñas de 30 a 50 electores con un total de 1.340 electores), Chávez sacó 100% de los votos.

TIP 2: Si Capriles sacó 90% de los votos allí, ¿alguien del PSUV debe gritar fraude y decir “allí está la trampa”? Ya basta de ofender a nuestros testigos. Ya basta de ese afán de destruir a la oposición democrática tratando de hacerlos ver como bobos o vendidos. Cada minuto gastado en la campañita destructiva del “fraude” es un minuto en favor de los candidatos impuestos a dedo por Chávez para las gobernaciones.

TIP 3: Lean los tweets colocados ayer por María Oteyza (@oteyza) en el que además invita a los fans que hablan de fraude a que sirvan como testigos en centros de alta votación chavista o de alta votación opositora para que certifiquen la realidad.

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