DIARIO PRIMICIA (CDAD. GUAYANA)

Una comunidad relativamente joven que se encuentra ubicada al margen de la avenida Caracas, justo al frente de Core 8, da la bienvenida a los transeúntes con un paisaje poco alentador. Pese al panorama los vecinos profesan el lugar como un santuario sagrado que, aunque no cuentan con ningún servicio básico, es el terreno donde pudieron edificar sus viviendas y asentarse junto a sus familiares.
El sector perteneciente a la parroquia Unare lleva el nombre de “Comunidad Organizada Reserva de Guayana”. En la entrada reposa un cartelito de color blanco con letras rojas que ilustra al que desconoce su existencia.
Años atrás solo había un terreno desolado lindando con otros sectores, hoy una serie de casas de bloques y barracas decoran el paisaje. Aunque empezaron como una invasión decidieron no ser “como igual al resto y trabajar por formar una zona organizada”, cosa que se les ha tornado cada vez más cuesta arriba por algunos impedimentos de parte de las instituciones competentes.
“Primero fue la zonificación, buscar a los ciudadanos trabajadores para luego conformar el consejo comunal con todas sus vocerías y de ahí empezar armar los proyectos para ver quién nos respondía… como siempre en este país todo es un lento proceso”, informó Luitzy Jaramillo, vocera de controlaría social del consejo comunal “Reserva de Guayana”.
Un avance
Hace tres meses recibieron la primera respuesta, esto aumentó la esperanza de obtener un sistema de electricidad digno para la comunidad, problema con el que cargaban hace más de dos años. Además se alejaba la preocupación de tener que robar electricidad desde los postes de la avenida principal, que en muchas ocasiones quemaba los electrodomésticos (por ser alta tensión) y dejaba a oscuras la arteria vial.
Los recursos vinieron de la mano de Fundaelec (Corpoelec) gestionado por la mesa de energía. Se le otorgaron 398.561,30 bolívares para realizar una primera fase del tendido eléctrico, debido a lo costos del proyecto, el presupuesto inicial es insuficiente para satisfacer a todo el sector.
La cooperativa Furimas 00-02 RN será la encarga de realizar el montaje de las guayas y transformadores que beneficiarán aproximadamente a 90 parcelas de la comunidad, mientras que las otras 31 deberán esperan por una segunda gestión.
Maraly Mendoza, habitante del sector explica que en primera instancia no querían ocasionar fallas energéticas en las vías públicas, fue por eso que decidieron realizar una colecta casa por casa recogiendo 600 bolívares fuertes , para adquirir un transformador, guayas y barras de metal que funcionarían como postes. Lamentablemente al colocar el artefacto se dieron cuenta de las fallas que este presentaba y por ser de “segunda mano” empezó a derramar aceite y nunca funcionó, dejando a decenas de familias con ilusiones rotas y sin el anhelado alumbrado.
“Eso lo hicimos con mucho sacrificio, porque los entes piden un poco de papeles y eso se lleva demasiado tiempo… quisimos auto gestionar nuestro proyecto, pero no corrimos con suerte”, exclama la vecina.
Finalmente se espera que a partir de este lunes 10 de septiembre puedan comenzar las instalaciones en los puntos estratégicos, para cubrir la demanda de la mayoría de la población. Las peticiones de los vecinos resuenan al unísono para solicitar mayor efectividad de las instituciones, pues desean recibir respuestas positivas en los meses venideros. La esperanza de levantar una comunidad organizada permanece latente y sus habitantes rezan para que esto sea así a corto plazo.