DIARIO EL CARABOBEÑO
La inversión en el sector eléctrico de los últimos 14 años ha sido de más de 60 mil millones de dólares, una cifra con que se podría tener un sistema blindado, pero no es así, ya que el Gobierno publicó un nuevo decreto de emergencia.
Durante los 40 años de la llamada cuarta república la inversión fue de 48 mil millones de dólares, de acuerdo a cálculos hechos por el ingeniero José Manuel Aller, basando ambas cifras en la cotización oficial de la divisa para 2011. Y son las máquinas que se instalaron en esa época las que están generando la energía que consumen los venezolanos.
El experto atribuye a las malas inversiones y la falta de planificación y mantenimiento de parte del Gobierno nacional el problema eléctrico. Desdeña la emergencia que fue decretada el martes, al decir que es una confesión de que las cosas no están bien en el sistema nacional, y de la piratería con que se maneja el servicio en Venezuela.
Aller, que también es profesor universitario, sostiene que lo único que cambiará con el decreto es que se compre “cualquier tipo de basura con sobreprecio”, como ha pasado en los dos anteriores decretos, firmados por Hugo Chávez en febrero de 2010 y su extensión en abril de ese año. El mismo denunció ante la fiscalía los sobreprecios de entre 200 y 300 que se le colocó a los equipos comprados.
El experto descarga toda la culpa de los apagones y la decadencia del servicio eléctrico sobre el Gobierno nacional, señalándolo además como el único saboteador.
De acuerdo a lo publicado en la Gaceta Oficial número 40.151, con fecha del lunes pero que se difundió el martes 23 de abril, la emergencia durará 90 días. El vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, explicó que permite tomar las medidas indispensables para estabilizar el sistema eléctrico.
Para Aller, un sistema eléctrico estable se maneja en base a estrategias, no a emergencias. Hasta las fallas están previstas y también cómo actuar cuando ocurran. Los ingenieros y técnicos del sector no pueden trabajar con supuestos. Recordó que en 1960 se elaboró un estudio en el que se expresaba con exactitud cuál sería la necesidad energética del país en 20 años. Ahora nada de eso se ejecuta.
El nuevo ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, se reunió con el Estado Mayor Eléctrico en Caracas. Al salir, reiteró la puesta en marcha de una misión para evitar sabotajes e interrupciones al sistema eléctrico. Dijo además que con la puesta en marcha de la Misión Eléctrica se prevé sincerar el consumo de los grandes usuarios y el pago que realizan por el servicio.
La emergencia eléctrica va acompañada con la militarización de las instalaciones, confirmó también Arreaza. La medida comenzó a aplicar en Carabobo, según una nota de prensa de Corpoelec, en la que se indica que la Fuerza Armada Nacional y el Estado Mayor Eléctrico iniciaron las visitas a las subestaciones para verificar su funcionamiento.
El jefe del Comando Estratégico de la Fuerza Armada (CEO), Wilmer Barrientos -que también estuvo en la reunión-, indicó que los militares participarán activamente en el control y funcionamiento del sistema y servicio eléctrico.
El ingeniero Aller refuta el militarismo. Sostiene que para que el sistema fluya debe haber la menor cantidad posible de personas en las instalaciones eléctricas.
Historia de nunca acabar
La crisis eléctrica en Venezuela se empezó a notar en 2008, cuando se reportaron fallas en el servicio que no eran normales. A finales de 2009 se conoció un informe de Corpoelec que sugería aplicar racionamientos para evitar el colapso el año siguiente. En 2007, el Estado adquirió todas las empresas relacionadas con el sector. Aller asegura que los problemas ya se comenzaban a ver desde 2001.
En 2010 se aplicó un plan de racionamiento en todos los estados del país, excepto Caracas. Duró por varios meses hasta que comenzaron las lluvias y El Guri no solo retomó su nivel, sino que se rebasó. Superado ese percance, los apagones no han dejado de ser constantes.
Desde que el sistema comenzó a fallar varios han sido los responsables de los apagones, según el Gobierno nacional. Primero se achacó a la sequía provocada por El Niño, el bajo de nivel de El Guri, la hidroeléctrica más grande del país. Los papagayos enredados en los cables de alta tensión también han llevado su parte.
En 2010, la lista se fue ensanchando. Una iguana habría provocado un apagón en Anzoátegui. El año siguiente la culpa fue de una bandada de golondrinas que afectó el servicio en Mérida. En 2012 se señaló a un rabipelado por haber mordido un cable, lo que causó una falla en Ciudad Guayana.
En Carabobo otros animales más autóctonos han entrado en esa enumeración: ardillas en Naguanagua y perezas en Bejuma.
¿Quién sabotea?
El ingeniero Aller asegura que no son los trabajadores ni otros ciudadanos los que sabotean el sistema eléctrico nacional. “Es el Gobierno”, apuntó.
Con la desprofesionalización de los empleados, la desinversión (o inversiones equivocadas) y la falta de planificación es el mismo Estado, según Aller, el que causa los problemas del servicio eléctrico.
Un ejemplo que enunció el experto es que las máquinas en las plantas termoeléctricas, como Planta Centro, en el litoral carabobeño, no tienen combustible para operar. “Y dicen que en Venezuela hay mucho gas, pero se utiliza para procesar petróleo”, critica Aller.
En los gastos equivocados aparecen las unidades de generación distribuida que fueron instaladas en diferentes zonas apartadas, sobre todo en Mérida. “Lo dijimos en su momento, eso no funciona”.
Aller recordó que en enero no había muchos problemas porque el ambiente era fresco, pero que anunció que “de seguro” en abril aparecerían saboteadores. “Y ahí están: dicen que tiene detenidos, que los muestren. Eso es una mentira”.
Trabajadores señalados desde 2009
En 2002, a la par del paro petrolero, las precarias condiciones en que se encontraba Planta Centro y la crisis que se avecinaba en el sector por desinversión y mala gerencia, fueron puestas al descubierto por trabajadores adscritos al entonces Frente Revolucionario del Sector Eléctrico.
Ocho años después, dirigentes sindicales como Ángel Navas de Fetraelec y Abel Guzmán nuevo secretario general de Corpoelec, advierten que el escenario no ha variado. Desde el 2009 los trabajadores son señalados por la Gerencia de la Corporación Eléctrica Nacional como de saboteadores.
En marzo de 2013, Guzmán denunció la intención de crear una ola de despidos de en la central térmica. Sabotaje, daños a la moral y maniobras inadecuadas, son los argumentos para intentar el despido de 11 trabajadores en los últimos cuatro años.
600 MW para el 2016
Con la puesta en servicio a mediados del año 2016, de la Unidad VI de Planta Centro, se sumarían 600 megavatios (MW) al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), proyecto que se está ejecutando y que lleva un 6% de avance. Esta máquina se convertirá en la más grande de Latinoamérica en cuanto a generación de vapor se refiere, reveló Luis Eduardo Romero, líder de la obra por la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).
La construcción está a cargo de la estatal asiática China Machinery Engineering Corporation (CMC). Hay 120 trabajadores venezolanos y 80 supervisores chinos.
El martes se conoció además que fueron trasladados dos equipos radiadores para turbinas por la Puerto Cabello-Morón. La corrección de un punto caliente en la subestación Valle Seco, afectó por una hora varios sectores porteños. En las instalaciones hay presencia militar.