Crónica Uno
Comunidades de las calles 42 y 43 de Rancho Grande ya no saben ante qué organismo acudir, luego de que la explosión de un transformador los dejara sin electricidad. Un vecino que intentó conectar su vivienda a la fase que sí funciona murió por una descarga eléctrica.
Puerto Cabello. Diez días sin electricidad cumplieron este viernes más de 80 familias de las calles 42 y 43 y parte de la avenida Principal de la urbanización Rancho Grande en Puerto Cabello, estado Carabobo.
El balance es negativo, pues no solo se han dañado alimentos, sino que por la falta de acción de los organismos públicos falleció una persona que intentó arreglar por su cuenta la falla que los mantiene sin luz.
Una vecina de Rancho Grande, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, contó que “el día miércoles 1° de noviembre explotó un transformador que dejó sin energía eléctrica las calles 42 y 43 y parte de la avenida. Algunas casas quedaron con la fase de 110 voltios y sin 220”.
Hasta ahora Corpoelec indica que no tiene cómo sustituir el transformador que resultó dañado luego de una explosión.
La respuesta de Corpoelec es que no hay transformadores. Sin embargo, la zona colonial y la plaza Bolívar y sus alrededores los reinauguraron el pasado 8 de noviembre y tienen transformadores nuevos, mientras tanto, nosotros estamos a oscuras”, dijo la vecina.
Ante el desespero de tener varios días sin electricidad y ante la inacción de Corpoelec, un vecino, con un niño que requiere atención especial, intentó el pasado sábado 4 de noviembre conectar los cables de su casa a la fase que sí funciona y falleció como consecuencia de una descarga eléctrica.
Al lugar se presentaron el Cicpc, Bomberos, Protección Civil, Corpoelec y hasta Misión Bigote, pero solamente levantaron el cadáver y reiteraron que en el municipio no hay transformadores.
Los afectados no son solamente quienes viven en Rancho Grande, sino también los negocios y servicios que no han podido abrir sus puertas. Entre ellos se encuentran una clínica veterinaria, panadería, centro comercial, clínica de rehabilitación y un liceo.
Aunque el alcalde de Puerto Cabello, Juan Carlos Betancourt, se ha comprometido con el pueblo a atender con prontitud los problemas que se presentan en las comunidades, en Rancho Grande no han recibido ningún apoyo, aseguran los afectados.
Los vecinos han acudido a todos los organismos sin recibir respuesta. Su mayor temor es que algunos funcionarios de Corpoelec les han dicho que la solución puede tardar hasta tres meses. Por este motivo hicieron llamados a la Defensoría del Pueblo, al gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, y a la Presidencia de la República.