NUEVA PRENSA DE GUAYANA
Trabajadores de Corpoelec realizaron por medio día una toma pacífica de oficinas comerciales para exigir atención y pago de pasivos.
La jornada de protesta de los trabajadores de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) continuó este martes, con la toma pacífica de las oficinas comerciales por parte de los trabajadores, para exigir atención de los directivos del ente estatal y el pago de los pasivos adeudados.
A las afueras de la oficina de recaudación comercial de Corpoelec, ubicada en el Centro Comercial Venezuela en Villa Colombia, los trabajadores se concentraron con pancartas para llamar la atención de los usuarios del servicio y la comunidad en general. La protesta, sin embargo, no paralizó las labores de la oficina comercial.
El secretario general del Sindicato Único de Trabajadores Eléctricos del estado Bolívar (Suteeb) y secretario ejecutivo de la Federación Eléctrica Nacional (Fetraelec), Francisco Alarcón, manifestó que esta oficina es la más importante en cuanto a recaudación en el estado Bolívar y, pese a la protesta, hasta las 10:00 de la mañana aproximadamente no se había presentado ningún directivo de la Corporación.
“La directiva de Corpoelec sigue sorda, no sólo no le interesan los pasivos y los despidos, sino tampoco la situación financiera de la empresa porque tampoco se han hecho presentes acá”, dijo.
“Queremos decirle al ministro Jesse Chacón que así como el presidente Maduro se reunió con el presidente Santos después de haber roto las relaciones bilaterales, así pedimos que se reúnan con nosotros. ¿Cuál es el pecado que tenemos los trabajadores que no se quieren reunir con nosotros? Nuestro único pecado ha sido estar siempre de la mano del gobierno y el presidente Chávez”, puntualizó.
Puntos de honor
Las principales exigencias de los trabajadores, de acuerdo con Alarcón, son la homologación de los salarios de los jubilados, los tres aumentos de 8% que se le adeudan a los trabajadores activos y el reenganche inmediato de los despedidos de las centrales hidroeléctricas de Guri y Tocoma. Con el cumplimiento de estos tres puntos, están dispuestos a establecer una mesa de negociación.
“Esos son nuestros planteamientos, vamos a negociar pero vamos a dejar de estar acusándonos como lo hace el ministro Chacón diciendo que aquí hay mafias. No ministro, aquí los mafiosos están al frente de la empresa, fueron quienes decidieron la compra de las botas de seguridad con punta de hierro para personal electricista y adjudicaron de forma directa a una empresa de un teniente coronel del Ejército para que lleve el plan vacacional de los hijos de los trabajadores”, dijo, al preguntarse si en este caso, que implica una inversión de Bs. 600 millones, “¿hay corrupción?”.
“Es que acaso no hay corrupción cuando se pagan horas de sobre tiempo como lo hacen los subcomisionados o es que acaso no es corrupción que el comisionado de Generación Sur, ingeniero Francois Morillo, diga ante los trabajadores que se perdieron 970 bobinas de las unidades generadores de Guri, cuando cada bobina pesa 4 toneladas, eso lo tuvieron que sacar con montacargas o con maquinaria pesada ¿por qué eso no lo están investigando? Si fuera culpa de los trabajadores ya estuvieran presos”.
Denunció que los trabajadores de las centrales Guri, Macagua y Caruachi trabajan sólo media jornada por falta de comedor y los administrativos de la extinta Edelca laboran también media jornada por falta de aire acondicionado.
“Ese no fue el legado del presidente Chávez, están irrespetando al presidente Chávez, la Ley Orgánica del Trabajo y el único contrato colectivo a la que se le puso la rabo e’ cochino que fue el contrato eléctrico ¿estos son los sabiondos que están dirigiendo el país? ante eso, tenemos que fijar posición y saber si esta revolución es realmente obrerista o en qué se está transformando esta revolución?”.
Prácticas anti-sindicales
El secretario general de Suteeb denunció que el ministro ha planteado la posibilidad de reunirse con los trabajadores, pero sin la presencia de Alarcón por Bolívar y su par del estado Anzoátegui, lo que calificó como una práctica antisindical que requiere de un pronunciamiento urgente por parte de la Central Socialista Bolivariana de los Trabajadores del Campo, la Ciudad y la Pesca.