DIARIO EL CARABOBEÑO
Dayrí Blanco
Las refinerías del país están en crisis. Atraviesan por un severo desastre operacional. Sus cifras de baja producción de combustible son históricas. Por eso la importación de 240 mil barriles diarios para el consumo nacional se hace imperante. Pero el mínimo retraso en los despachos de esas compras que se hacen en el exterior, se traduce en una crisis del mercado interno, como la ocurrida hace un par de semanas en Carabobo. La gasolina escaseó. Un hecho alarmante en el cuarto país petrolero del mundo.
Hace un año se importaba 40 mil barriles diarios de combustible. Esto quiere decir que el incremento fue de 500%. Un número que es elocuente. Todo evidencia que algo malo está sucediendo en los procesos de la estatal petrolera (Pdvsa).
Francisco Javier Larrañaga, exsubgerente del centro de refinación de Paraguaná y director de la Asociación Civil Centro de Orientación en Energía (Coener), lo confirmó. “Nuestro sistema de refinación está realmente afectado”. Fueron parte de sus palabras durante su participación en el taller para comunicadores sociales en materia de petróleo y energía, dictado en el Colegio de Ingenieros de Carabobo.
Existen serios problemas en Amuay, Cardón y El Palito. Hay severas fallas operacionales asociadas a una falta de cultura de seguridad y de confiabilidad, que se ha traducido en el incremento progresivo de accidentes y siniestros, mayores paradas no programadas extensas, y en un rendimiento de las diferentes unidades del proceso por debajo de su capacidad y su valor de calidad. Todo esto es resultado de falta de pericia y de formación gerencial y técnica.
Crisis general
Desde el apagón ocurrido hace tres semanas en Paraguaná, en Amuay, el craqueo catalítico trabaja a 70%, el flexicoquer está paralizado, así como la planta de destilación atmosférica. Situación similar se vive en Cardón desde hace 15 días. Es una crisis que ha golpeado a las dos refinerías de mayor producción en el país. Por eso Larrañaga advirtió que el problema en la distribución de combustible podría sostenerse en el tiempo si no se normalizan estas operaciones.
Pero hay otros claros indicios de problemas. En la bahía de Amuay durante el año 2014 ha sido habitual que existan hasta 18 barcos. Eso demuestra que llegan a buscar combustible y la refinería no está lista, o que está llegando producto importado y no se cuenta con la capacidad para descargarlo. En El Palito, los mechurrios a llama alta evidencian que hay fallas. Ahí, el 47% de la producción es combustible que va directo a la planta de llenado de Yagua para la distribución en la región central.
Pérdidas mil millonarias
En 2012, según el reporte de Pdvsa se perdieron 4,2 dólares por barril procesado en las refinerías venezolanas cada día. El exsubgerente de Paraguaná indicó que esto se debe a que se están generando productos con poco valor con un costo de operación muy alto, por problemas en las unidades que producen gasolina y gasoil. Esto quiere decir que ese año las refinerías generaron cuatro millones de dólares al día de pérdida para Venezuela. Esa suma es similar a lo que se le pide prestado a los chinos, y supera al presupuesto de salud y educación del país, detalló el exgerente de El Palito, Luis Soler.
Reservas en picada
La noticia de importación de petróleo de Argelia retumbó en el sentido común de todos los venezolanos. Pero es una medida que se tomó tras el agotamiento progresivo de las reservas de crudo extraliviano que debe ser mezclado con el extrapesado para hacerlo más atractivo al mercado internacional y elevar su valor.
El también integrante del Corner, Antonio Méndez, recordó que hace nueve años se producía un millón 500 mil barriles livianos en la cuenca del Zulia. Pero ese número bajó a 700 mil.
