DIARIO REGION (EDO. SUCRE)
La oficina comercial de la empresa Corpoelec en Cariaco, la cual tiene bajo su responsabilidad dispensar servicio, atendiendo la cantidad de exigencias que amerita el sistema eléctrico doméstico.
La empresa Corpoelec Cariaco se encuentra de manos atadas para poder prestar servicio de manera eficiente ante unas siete unidades averiadas en los patios de esta institución, que esperan ser reparadas e incorporadas a las labores.
La oficina comercial de la empresa Corpoelec en Cariaco, la cual tiene bajo su responsabilidad dispensar servicio, atendiendo la cantidad de exigencias que amerita el sistema eléctrico doméstico, comercial e industrial en la zona de todo el municipio Ribero, que cuenta con una superficie de 1.480 km² y una población que sobrepasa los 60.000 habitantes, con 5 parroquias, además debe atender parte de los municipios Andrés Eloy Blanco y Cruz Salmerón Acosta, Península de Araya del estado Sucre.
No es secreto, la enorme complejidad por la que surca el sistema eléctrico a lo largo y ancho de absolutamente toda Venezuela, por supuesto que como parte de esta tierra, no escapamos a tal pandemia, no sólo son los artefactos, herramientas, el extenso bejuco de insumos, demás necesidades en materiales y obstrucciones burocráticas, en la que también se sumerge esta dependencia del conglomerado de instituciones del Gobierno Nacional.
No hay que poner en duda, que la gran mayoría de los trabajadores (técnicos, supervisores, gerentes, empleados y obreros, etc.), quieran realizar un eficiente trabajo para llevar un mejor servicio hasta las poblaciones donde ellos cada día tienen que trajinar e incluso donde estos trabajadores de esta corporación eléctrica, como cualquier otro mortal, también habitan, o sea, que ellos y su familia, al igual que los demás parroquianos, quieren disfrutar de un magnifico servicio eléctrico, comprendido en energía para sus artefactos e iluminación para sus hogares, calles y población.
Pero todo esto queda maltrecho, cuando estos mismos trabajadores, se ven de manos atadas, al percatarse que las principales herramientas de trabajo, como lo son los vehículos que les transportan y tienen incorporados los instrumentos o maquinarias, para poder acometer las averías, reparaciones y mantenimientos correspondientes, en los momentos de contingencias, se encuentran en las mismas o peores circunstancias del sistema eléctrico venezolano, incapacitadas, no porque a ellos les da la gana, ni porque las tienen para andar de farra, sino porque las mismas exigencias del trabajo y las zonas tan accidentadas por donde tienen que trasladarse a cumplir con su deber. Pues, muchas de estas unidades, modernas por cierto, yacen en los patios de estas dependencias, en espera que la burocracia de estos entes, alguna vez se acuerden de que hace falta repararlas e incorporarlas a sus faenas, para devolver un mejor servicio a la ciudadanía, porque con estas unidades activas, se pueden atender a tiempo las emergencias que surjan.
En el caso de la oficina en Cariaco, allí permanecen 7 unidades, entre camiones y camionetas, que tienen incorporadas brazos mecánicos con baldes o cestas, necesarios para llegar o colocar líneas, guayas, postes, bombillas, transformadores, etc.; estos vehículos, según información de trabajadores que solicitaron su anonimato por no ser víctimas de amedrentamientos o coacciones, manifestaron, que están allí vegetando, en su mayoría por falta de pequeños detalles, como alternador, cauchos, baterías, otros por cuestiones más agudas, como computadoras, motor, o repuestos muy calificados, contando por ahora con una sola unidad, un vehículo tipo jeep, para atender todo el complicado territorio antes descrito.
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