CORREO DEL CARONÍ
Natalie García
El embalse de Guri sigue su caída en picada. Tras el asueto de la Semana Santa la presa se ubica levemente por encima de la cota 244 metros sobre el nivel del mar (msnm) lo que la deja a un respiro de la zona de colapso y a escasos cuatro metros de la cota 240, lo que implicará quitarle al país 5 mil megavatios de generación.
La situación es inédita. Nunca antes la central hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri) ha sido operada en esas condiciones. El precedente más próximo fue el 10 de mayo de 2003 cuando la cota mínima fue de 244,55 msnm. Por debajo de ese nivel de agua no hay experticia por parte de Corpoelec.
El ingeniero José Aguilar, experto e investigador del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), advierte que son muchos los riesgos que se corren en estas condiciones; su temor es que ante un imprevisto, el personal de guardia en Corpoelec no tome las decisiones oportunas por miedo a represalias, como ya ha ocurrido en años anteriores.
Oficializar el colapso
“Van a requerir un gran despliegue de personal. No se pueden guiar por los que están en sala de control y en los instrumentos; debe haber una muy buena comunicación para supervisar la operación bajo esa cota. En el momento que pase algo alguien tiene que tirar del timón, para evitar riesgos y una situación peor”, reitera el experto en temas eléctricos.
Al llegar a la cota mínima, la casa de máquinas II deberá ser apagada a excepción de las unidades 13 y 14, cuya toma de agua está 10 metros por debajo del resto y permite su operación hasta la cota 230 msnm.
Apagar esta casa de máquinas implicará obtener 5 mil megavatios menos, equivalente a 30 por ciento de generación al SEN. Ciudades enteras deberán ser apagadas durante horas por la ausencia de energía. Ante este panorama la sugerencia de Aguilar es iniciar un plan nacional de racionamiento programado para que la población pueda planificarse.