Usuarios rechazan apagones y racionamientos en Sucre

DIARIO REGIÓN (SUCRE)

Aunque desde comienzos de año, en el estado Sucre, se ha aplicado un estricto programa de racionamiento, anunciado vía correo electrónico a los medios de comunicación, Francisco Malavé, secretario general del Sindicato Eléctrico de Corpoelec, señaló que los problemas están lejos de superarse

Aunque desde comienzos de año, en el estado Sucre, se ha aplicado un estricto programa de racionamiento, anunciado vía correo electrónico a los medios de comunicación, Francisco Malavé, secretario general del Sindicato Eléctrico de Corpoelec, señaló que los problemas están lejos de superarse. “No hemos logrado aumentar ni mantener la capacidad de energía para alimentar a toda la población de Sucre”, aseguró.

La población lo sabe. Para un poblador de Sucre, un apagón promedio puede durar entre media y una hora, aunque ya han ocurrido al menos tres veces este año fallas graves de 12 horas o más horas. La frecuencia con la que ocurren ha empeorado con respecto al año pasado en sectores como la zona de Paria (municipios Bermúdez, Arismendi, Cajigal, Valdez, Andrés Mata, Mariño, Libertador) donde casi todas las noches las comunidades se quedan a oscuras, bien sea por una falla o por el racionamiento, es decir, se les va la luz todas las noches, con o sin aviso.

En Cumaná, quienes dependen de la subestación Manzanares, tienen una falla de luz al menos una vez a la semana que puede ir de 10 minutos hasta una hora, sin contar los constantes picos y bajones que ocurren durante el día. Pero las fluctuaciones ocurren en todo el Estado. “Perdimos la cuenta. Por eso se queman los equipos”, afirmó José Antón, habitante de Cumanacoa, municipio Montes, quien asegura que por allá el problema con el servicio eléctrico se agrava cuando llueve, un árbol cae encima de un transformador o un papagayo afecta la línea de esa población.

Por otra parte, los nuevos desarrollos habitacionales de la Misión Vivienda han aumentado la demanda: en el sector de Cumaná donde hay urbanismos nuevos la demanda pasó de 300 megavatios a 400 megavatios. Joel Córdova, habitante del sector Caigüire de Cumaná, dijo que se ha acostumbrado a vivir con el sistema eléctrico actual y sus limitaciones. “Hace dos meses sufrimos un apagón de una hora aproximadamente y los cortes programados son anunciados por la prensa a diario”, señaló.

Pablo Rodríguez, vocero del partido Socialismo y Libertad, afirmó que no puede dejar de reconocer los problemas del servicio. “Los cortes de electricidad son constantes. En Carúpano tocan cacerolas a cada rato cuando se va la luz y Cumaná no escapa de eso”, aseguró.

Pérdidas empresariales 

Los empresarios de Sucre, que suman más de 2.000, se han visto afectados por los apagones en horarios laborales, en especial aquellos que poseen heladerías o carnicerías.

Carmelo Canmarata, presidente de la Cámara de Comercio, indicó que los comerciantes se han visto en la necesidad de usar plantas eléctricas que cuestan desde 1.000 bolívares hasta más 10.000 bolívares.

Destacó que tanto la utilización de las plantas eléctricas como los apagones afectan los costos operativos de las empresas, porque cuando hay una falla de luz usan la planta sólo para prender unos bombillos y la caja registradora, pero eso no sustituye el servicio eléctrico.

“Los locales no pueden prender los aires acondicionados, lo que trae como consecuencia que se presta un servicio al público no eficiente. Se pierden ventas”, comentó Canmarata.

Refirió que Corpoelec se encarga de hacer inspecciones a las empresas, a los hoteles y a los comercios, para verificar que están cumpliendo con el ahorro energético: “Cada día exigen más, mientras que en las calles hay postes de alumbrados público prendidos todo el día”.

Los comerciantes y los ciudadanos han tenido que aprender a sobrevivir en medio de una crisis de energía eléctrica, señaló Canmarata. “Seguimos en las mismas; no se perciben las mejoras del servicio eléctrico.

El resultado de los cien días no se percibe, porque los comerciantes seguimos usando las plantas y acomodando los horarios para cumplir con el ahorro energético”, afirmó.

Equipos insuficientes

El sindicato de Corpoelec aseguró que los racionamientos o cortes programados aplicados en algunas zonas de Cumaná y en Araya se deben a que hay muchas fallas en el sistema regional y nacional.

“Necesitamos camiones con doble cesta. Y, por lo menos, 20 vehículos más sólo para atender a Cumaná. Ahora tenemos 3 vehículos”, afirmó Malavé. El sindicato entregó una comunicación al subcomisionado de Corpoelec, Ángel Trujillo, en la que le exigen la incorporación de personal liniero porque algunos fallecieron o se jubilaron. Los linieros y el resto del personal operativo no pueden hacer revisiones de transformadores ni de circuitos por las carencias en equipos de seguridad y vehículos.

A estos problemas se les suma la necesidad de un nuevo circuito para atender la demanda de urbanismos en la vía de San Juan y Cantarrana, en el municipio Sucre, generada por las obras de la Misión Vivienda y de constructoras privadas. “Tenemos saturado el circuito San Miguel, en la vía Cancamure. No se le puede dar luz a los urbanismos. Por eso se le está pidiendo a Pdvsa para que construya un nuevo circuito aledaño a esta población”, explicó el vocero.
El Gobierno Nacional invirtió 1,47 millardos de dólares en la construcción de la planta termoeléctrica Antonio José de Sucre, además de otras inversiones en ejecución de nuevas líneas como las 6 asociadas a la subestación Cumaná II.

“Para mejorar el sistema eléctrico de Sucre se necesita el mantenimiento de las subestaciones y las líneas, la construcción de nuevos circuitos y alimentadores en la parte de distribución. Si no logramos alimentar nuevos circuitos, entonces, no hemos hecho nada porque no hay de dónde sacar esa energía para nuevos urbanismos”.

http://www.diarioregion.com/seguir_leyendo.php?id=2174