Venezuela el mayor prestatario de China en la región

EL NACIONAL

Los 10 millardos, que representan 35% de las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela, son parte de los 38,5 millardos de dólares de la deuda externa venezolana con la nación asiática y significa 52,6% del total de recursos erogados en calidad de préstamo por China en toda América Latina. Es así como Venezuela, a pesar de ser una economía mucho más pequeña que la argentina y la brasileña, es el principal prestatario del BDC en la región.

El pago de préstamos con envíos de petróleo fue la fórmula utilizada por el gobierno de Hugo Chávez para conseguir un financiamiento a una tasa de interés mucho más baja que la del resto del mercado y que a la vez le permitiera alimentar la estructura de fondos extrapresupuestarios. En enero de 2012 los recursos paralelos sumaban 52,7 millardos de dólares entre las cuentas del Banco de Desarrollo Económico y Social, la Oficina Nacional del Tesoro, el Fondo Miranda, el Fondo de Desarrollo Nacional y el Banco del Tesoro, entre otros.

Un reporte del Diálogo Interamericano indica que, además de la línea de crédito con el millardos de dólares, está el Fondo Conjunto China-Venezuela, que se alimenta de una contribución de 66% de recursos de China y de otro 34% del Bandes. Desde 2008 hasta 2012 los préstamos totalizan 16 millardos de dólares que el país ha ido cancelando con puntualidad, lo que ha permitido renovar créditos.

Existe además otra deuda de 4 millardos de dólares aportados a Pdvsa para la construcción de viviendas, aprobados por el Banco Industrial y de Comercio de China. También hay un préstamo de 1,5 millardos de dólares otorgado a Pdvsa por el BDC y el Banco Espírito Santo (de origen portugués), 1 millardo de dólares otorgado a la Corporación Venezolana de Guayana como proyecto de minería por el BDC, pero estos dos últimos no se cancelan con despachos de petróleo sino a tasas preferenciales o con envíos de acero.

El factor riesgo El acceso al crédito internacional, así como las emisiones de bonos de la deuda resultan onerosos para la nación por el ambiente político de los 13 años de gobierno de Hugo Chávez y la inseguridad jurídica sobre la propiedad privada, señala el economista Francisco Ibarra, que se refiere a la pérdida de credibilidad de las instituciones como un factor determinante para que el índice EMBI+, que mide el riesgo país, esté en 1.220 puntos para Venezuela, mientras el de Argentina está en 935 y el de Colombia en 195 puntos. «Si el Gobierno puede expropiar a su libre albedrío ¿por qué se va a preocupar en cancelar la deuda en una eventual caída de los precios del crudo?», se pregunta el economista.

El Ejecutivo admite que se han intervenido 3,6 millones de hectáreas en 6 años y Cedice registra 2.534 violaciones a la propiedad privada en igual período. Un informe de Ecoanalítica apunta que el monto pagado por expropiaciones entre 2007 y 2011 asciende a 11,5 millardos de dólares, de un total de 22 millardos de dólares.

El año pasado hubo acuerdos de pago con Cemex por 600 millones de dólares, de los cuales sólo se cancelaron 350 millones de dólares y el resto se pagará mediante bonos venezolanos en 4 años.

El economista Alfredo Puerta explica que otros financistas como el Banco Mundial exigirían como requisito control en las cuentas fiscales, y en Venezuela eso no existe con la estructura de fondos paralelos.

«A China le interesa garantizar el suministro de materia prima porque crece a un ritmo de 8% este año y seguramente está administrando bien los recursos y asegurando un mercado para sus productos en Venezuela. Pero ni las cuentas ni las condiciones de negociación son transparentes». Agrega que pedir un préstamo para colocar productos de otros países en Venezuela no es sólo desleal desde el punto de vista de la competencia nacional, sino que tampoco genera riqueza, empleo, ni desarrollo, sólo incentiva el consumo, lo que equivale a un uso errado de los recursos.

El fundador del BDC, Chen Yuan, que este año visitó Venezuela, aseguró en una entrevista en 2011 que existe una reducción del riesgo al hacer préstamos a cambio de envíos de petróleo y esa es la razón por la que ese banco es capaz de prestar 20 millardos de dólares a Venezuela a una tasa flotante de entre 50 y 285 puntos básicos por debajo de la tasa Libor (parámetro internacional para las tasas de interés), lo que significa una fracción de los 935 puntos que cuesta emitir deuda soberana en los mercados internacionales.

En el reporte del Diálogo Interamericano se cita al profesor Chao Caizhen, de la China´s People´s University, que alerta que si bien Pekín recarga en el precio que paga por barril de petróleo a Venezuela una tasa de interés ­y de esa manera minimiza el riesgo- si el país en algún momento amenaza con recortar el suministro de crudo, el BDC no tendrá manera de compensar la pérdida.