EL SOL DE MARGARITA
Los caraqueños están experimentando lo que les evitó la Electricidad de Caracas cuando era una empresa privada. No sé cuál es el miedo de hablar de privatización, cuando las empresas que mejor funcionan son las privadas.
Del cuento del sabotaje que hacían las iguanas y las ratas (que seguro fueron entrenadas en el imperio, por lo eficientes), ahora pasamos al cuento de El Niño. El Niño es el culpable de la crisis eléctrica (raro que no hayan dicho que a El Niño lo mudaron los gringos de Perú a Venezuela).
La crisis eléctrica no es nueva en Venezuela. Es nueva en Caracas. Quienes hemos vivido en el interior conocemos cuán precario es nuestro sistema eléctrico. Yo viví en Maracay veintiún años y puedo dar fe de que cuando llovía era casi una fija que se fuera la luz. Esa situación empeoró cuando Chávez llegó al poder. No sé qué era lo que hacían –o lo que no hacían- pero la precariedad del sistema eléctrico era notoria. Los transformadores explotaban, los lapsos sin luz eran cada vez más largos y las facturas de Cadafe/Corpoelec, las más caras de Venezuela.
Los caraqueños están experimentando lo que les evitó la Electricidad de Caracas cuando era una empresa privada. No sé cuál es el miedo de hablar de privatización, cuando las empresas que mejor funcionan son las privadas.
El pasado martes estuvieron en el programa de César Miguel Rondón dos personas serias e informadas: Diana Mayoral, tesorera de Consecomercio y Víctor Poleo, exviceministro de Energía, quien en dos oportunidades ha sido citado por el Cicpc/Sebin por declarar sobre la emergencia eléctrica. Y es que el sol, hablando de luz, no se puede tapar con un dedo.
Las cifras que mencionaron paran los pelos de punta: $ 50.000 millones costó la emergencia eléctrica y estamos sin luz. Y pretenden declarar otra emergencia eléctrica.
«Estimamos que la sobrefacturación en las inversiones eléctricas de los últimos años ronda los $17.000 millones, más que las reservas». ¿Dónde está ese dinero? Recuperarlo nos daría la posibilidad de invertirlo para solventar esta crisis. «La empresa argentina IMSA y la brasilera Odebrecht –sin conocimiento de turbinas- llevan cinco años de retraso y $10.000 millones de sobrefacturación solo en el proyecto Tocoma. Sería bueno también saber qué ha pasado con los contratos firmados a instancias de Zapatero y Moratinos con la empresa Duro Felguera».
En fin, según Poleo, hay que «dinamitar Corpoelec» y descentralizar.
«Yo tenía una luz que a mí me alumbraba, y venía el Gobierno y ¡zuas! Y me la apagaba»…