CORREO DEL CARONÍ
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Las malas noticias para los comerciantes no cesan a causa del agravamiento de la crisis eléctrica. En una asamblea en centro comercial Trébol, uno de los primeros establecimientos de Ciudad Guayana, los locatarios contaron una vez más las “penurias” que han atravesado junto a sus trabajadores.
La declaratoria de un día no laborable como feriado, indicó el presidente de la Cámara de Comercio de Caroní, Yormán Hernández, incrementa las pérdidas que desde hace meses registran los afiliados al gremio, unos 850 empresarios.
Y más que la decisión del Gobierno a propósito de la emergencia eléctrica, es la falta de consenso lo que más le disgusta.
Durante la reunión alertaron que ya han perdido la cuenta de las veces que llevaron notificaciones a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) para alcanzar un consenso entre las urgencias del Gobierno y las necesidades de los comerciantes.
Pero ninguna de las propuestas del gremio empresarial ha recibido respuesta. Todo esto, insistió Hernández, va en contra del concepto de ciudades sustentables que defiende la Organización de Naciones Unidas.
“Tenemos pérdidas de 80 por ciento en centros comerciales, y los comercios alrededor ya están por encima del 45 por ciento. Una empresa de cada 10 está cerrando para sumarse a las 58 mil empresas que cerraron en 2015”, expuso.
El racionamiento, puntualizó, genera horas de cierre que implican no solo la mañana, sino apenas dos horas laborales en la tarde porque de 4:00 a 6:00 están suspendiendo el servicio en la parroquia Cachamay. “Prácticamente el gobierno nos está dando un paro técnico”, sentenció.
Hernández, en nombre del gremio, agradeció el esfuerzo de los trabajadores de Corpoelec, “ellos sí son unos héroes trabajando en pro de tener el desarrollo de energía”.
Historias de cierre
Mofid Saab es uno de los que cerrará tres de sus tiendas en el centro comercial Trébol “por el problema económico”. Los últimos meses las condiciones para mantener sus locales se han hecho cada vez más difícil, tanto, que cree que la protesta de su parte y de su gremio ha debido ser contundente.
“Quizás nos digan que estamos incitando al odio, pero sinceramente, de corazón les digo, hemos fallado desde un principio en no haber tomado medidas desde el principio junto con la comunidad”, drenó.
Los clientes, resaltó, son los más afectados, “porque cuando llegan a un centro comercial y lo encuentran cerrado desde la mañana hasta el mediodía, está atentando en contra de su derecho de compra, de suministro, y a las cinco de la tarde el centro comercial está vacío”.
Por esta razón muchos ya reportan pérdidas de hasta 75 por ciento. “Las personas que tienen peluquerías que tienen que estar temprano para poder subsistir, los restaurantes que tienen que estar adentro, en un horario que no les corresponde, ¿Cómo hacen para poder mantenerse?”.
Reconoce que han sido pacíficos porque pensaron que, tras mandar múltiples comunicaciones, Corpoelec iba a considerar la propuesta gremial. “Ahora deberíamos ser un poco más contundentes”.
Es el caso también de las peluquerías. María Elena Donoso, con 22 años de servicio, experimenta un viacrucis para mantener operativo su salón de belleza con los continuos cortes y fallas de agua potable. “Tengo clientes de toda la vida que ahora no hayan cómo atenderse porque en la mañana está cerrado, y en la tarde apenas son unas horas”.
Afectación vecinal
La visión de que el recorte eléctrico es un problema de todos, lo comparte el gerente general del CC Trebol, Iván Frischi, quien apuntó que el cierre del centro comercial afecta a toda la parroquia Cachamay.
“Es un tema de sustentabilidad de la parroquia. Los habitantes de las demás parroquias se han ido desplazando a la Universidad (parroquia) generando colapso, cuando lo ideal es que cada parroquia tenga su propia vida”, indicó.
La afirmación la suscriben los dirigentes del consejo comunal de Villa Brasil y Puerto Libre, Miguel Córdova y Ramón Silva, respectivamente.
“Esto es un problema de todos, cómo ha afectado a un país que va a la deriva”, indicó.
Los comerciantes estuvieron acompañados de dirigentes sindicales de Alcasa y Sidor, entre ellos Dennys Sucre y trabajadores del movimiento Coalición Siderúrgica, quienes junto a los empleadores organizan la marcha del 1 de Mayo cuya consigna es “Salvemos a Guayana”.