DIARIO EL TIEMPO (ORIENTE)
Ayer, Marta Fuentes también denunció un apagón en la calle 6 de El Viñedo. Indicó que en ese sector estuvieron casi una semana sin energía eléctrica.
Barcelona.- Siete días estuvieron sin electricidad los vecinos de la calle y el callejón Eulalia Buroz en el sector Portugal Abajo de Barcelona.
El pasado jueves, como a las 7:00 de la noche, mientras caía un aguacero en la ciudad, una centella pegó justo en los transformadores de uno de los postes de la calle y desde entonces se quedaron a oscuras.
La vecina Rosa Campos fue una de las más afectadas por el apagón, pues mientras algunas personas pasaron un cable y se pegaron de los postes que funcionaban para agarrar la corriente 110V, ella no tuvo la misma suerte y estuvo una semana sin electricidad.
“En mi casa prácticamente no hemos dormido nada, mira las ojeras que tengo, y toda la comida que tenía la tuve que botar el domingo porque ya estaba dañada”, comentó Rosa, y agregó que al lado de su casa vive una señora de 80 años que tuvo que irse a casa de un familiar porque no aguantó la incomodidad.
Otra de las afectadas fue Ana Rodríguez, del callejón Eulalia Buroz. Cuenta que con ella viven cinco nietos pequeños y todos pasaron estos días mal porque no tenían ni para conectar un ventilador. “Tuvimos que comprar la comida por día porque no se podía guardar nada, y así sale todo más caro”.
Después de una semana de espera, ayer a las 5:00 pm una cuadrilla de Corpoelec fue a instalar los tranformadores para restablecer el servicio.
Aquí y allá
Ayer, Marta Fuentes también denunció un apagón en la calle 6 de El Viñedo. Indicó que en ese sector estuvieron casi una semana sin energía eléctrica.
Juan García, presidente del Sindicato de Trabajadores de Fomento Eléctrico de Anzoátegui, admitió que carecen de materiales para atender las fallas en las comunidades. “Hay escasez de conectores (usados para empatar las líneas) y conductores. Además, los transformadores no están llegando a tiempo”.
Esta realidad trae como consecuencia que las averías sean atendidas dos o tres días después de que ocurren. Añadió que el parque automotor también está deteriorado, y las unidades que aún funcionan no se dan abasto