CORREO DEL CARONÍ
Rubén González venció al equipo sindical del buró político del PSUV, que exhibió durante la campaña toda su fuerza económica.
El secretario general reelecto de Sintraferrominera, al que el gobierno le cobró con cárcel su apego a los valores sindicales, cataliza el descontento de los trabajadores, quienes han sido amedrentados por jefes políticos que convirtieron a la estatal de hierro en la caja chica de un sector del partido de gobierno en Bolívar.
La derrota de Alfredo Spooner, ficha importante del movimiento político-sindical que dirige el canciller Nicolás Maduro y que responde a los intereses del gobernador Francisco Rangel Gómez, refleja el desmoronamiento de las bases chavistas y acelera un debate a lo interno del partido sobre los efectos de las políticas del Gobierno en Guayana.
Con una modesta campaña el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera Orinoco, Rubén González, logró la reelección, esta vez enarbolando otras banderas y haciendo suyas las críticas del movimiento laboral de Guayana al proyecto político que durante años defendió.
A su lado no estuvo el gobernador del estado, tampoco el presidente de la empresa. No hizo falta. Al final del conteo de las 23 mesas electorales de Puerto Ordaz y las ocho habilitadas en Ciudad Piar, González obtuvo 2.737 votos, mientras que el candidato de tendencia oficialista, miembro del Movimiento 21, Alfredo Spooner, logró 2.461 votos.
El maratónico conteo se realizó bajo un fuerte dispositivo de seguridad. Los votos fueron contados uno a uno en el taller de la gerencia de Procesamiento de Mineral de Hierro (PMH), en donde se concentraron ambos grupos, aunque a unos 15 metros de distancia.
Los minutos pasaban y una vez que la ventaja de González se tornó amplia y superó los 200 votos, los trabajadores partidarios de la plancha 7 se fueron retirando. El silencio tomaba el estacionamiento de PMH, en donde se concentraban los seguidores de Spooner.
Del lado de González, la calma no tenía lugar. El bullicio era tal que en varias oportunidades, miembros de la comisión electoral se acercaron en vano para pedirles sosiego.
Compartían chistes en medio de las consignas de “se va, se va, se va, se va”, al sumar puntos. “Ahora sí se va el imperio, pero el de China”, decían, en alusión a la presencia del gigante asiático en los proyectos de inversión de la industria.
Alta participación
La participación en los comicios superó el 90%, considerando que votaron 5.195 ferromineros de una población electoral de 5.617 trabajadores, informó la comisión electoral.
El miembro principal de la comisión electoral, Edgar Zamora, destacó la fluidez del proceso y la elevada asistencia a las urnas. “Éste ha sido uno de los procesos con porcentaje de votación más alto”, resaltó.
Comparado con el 2008, hubo un aumento en la participación de 12%.
En Ciudad Piar, Rubén González ganó en siete mesas de las ocho instaladas y en seis duplicó los votos obtenidos por su contrincante. En Puerto Ordaz, la mayor fuerza la obtuvo en la planta de procesamiento de mineral de hierro y el área de ferrocarril.
En las 14 mesas del personal administrativo, los números estuvieron reñidos. Spooner ganó en al menos seis mesas electorales pero los puntos sumados no fueron suficientes para rebasar a su adversario político en la contienda electoral.
Todo a su sitio
La victoria de Rubén González en Sintraferrominera sigue la senda de las registradas en las estatales Carbonorca y Alcasa. “Esta victoria no es de Rubén González, sino de Guayana, y estamos seguros que va a crear una conmoción en Guayana y un precedente en todo el país”, resaltó Eduardo Naranjo.
Para el Movimiento 21, una derrota más, atribuida a las debilidades de una empresa con amplias deficiencias técnicas y financieras y en la que se ha denunciado amedrentamiento en contra de los trabajadores.
Hoy la planta de trituración de mineral de hierro -apagada para permitir el conteo- volverá a encenderse. Los más de 5 mil trabajadores que estuvieron concentrados en el proceso volverán a sus puestos de trabajo. La empresa, en sus condiciones técnicas y financieras, seguirá siendo la misma; aunque los trabajadores aseguran que algo cambió. Los próximos meses de gestión sindical serán la prueba.