NUEVA PRENSA DE GUAYANA
Ciudad Guayana.- Residentes del barrio Las Américas, en San Félix, llevan más de 40 años conviviendo con aguas negras. Los malos olores se adentran a sus viviendas con facilidad, sin embargo, confesaron estar acostumbrados a esa pestilencia dados los prolongados períodos que llevan soportándola.
En efecto, una visita por la zona corrobora esa información. La insalubridad salta a la vista de todos, pues los líquidos contaminados fluyen por el borde de las aceras e inundan la mayoría de los tramos del sector II.
Esos fluidos verdosos causan malos olores permanentes, y han originado enfermedades en grandes y pequeños en numerosas ocasiones. De hecho, los niños son los más afectados ya que suelen entrar en contacto con los mismos al jugar o caminar por el área.
No obstante, los entes gubernamentales no han tomado los correctivos pertinentes para solventar el problema, a pesar de estar al tanto de que perjudica a unas 600 personas aproximadamente. De hecho, el vocero de Finanzas del Consejo Comunal Las Américas Sector II, Darío Caspe, comentó que llevan casi 24 meses esperando por ayuda de la Alcaldía para mejorar las condiciones del lugar.
Peticiones ignoradas
Añadió que hace poco recibieron donaciones de la Gobernación e Hidrobolívar para instalar una red de cloacas, pero los recursos sólo alcanzaron para intervenir un par de calles. No obstante, dijo que las carreras Medina, Monagas y Santander todavía están en un estado deplorable.
En ese sentido, recalcó que las aguas servidas anegan sus alrededores, y además han desmejorado el asfaltado. En torno al deterioro de las rutas manifestó que varios miembros de dicha agrupación comunitaria introdujeron un proyecto en la municipalidad para mejorarlas, pero aún desconocen cuando será ejecutado.
“Ha transcurrido demasiado tiempo desde que le pedimos al burgomaestre que asfalte las vías principales, desde que se formó esta comunidad tenemos esas problemáticas de las cloacas y de la falta de pavimentación… Los organismos gubernamentales han ignorado nuestras peticiones de ayuda”, precisó.
Otros problemas
Asimismo, expuso que restan otras irregularidades por resolverse como las fallas de luz y el déficit habitacional que agobia a una decena de familias. En relación al primer punto expuso que el sistema eléctrico es deficiente, y por ende, se producen tantas interrupciones diarias.
Añadió que le solicitaron la dotación de guayas y transformadores a Corpoelec y no obtuvieron contestación alguna. “Los cortes no programados se generan todos los días, aunque con mayor recurrencia durante la noche”, indicó.
En torno a la existencia de ranchos, mencionó que fueron censados por la GMVV y todavía aguardan por la construcción de nuevas casas, debido a que hay unas 40 barracas que están a punto de derrumbarse. “Se están cayendo, eso es un peligro, pero no se ha visto intención alguna de sustituirlas por domicilios decentes”, detalló.
Finalmente, expuso que la inseguridad también los preocupa en gran medida, y por lo tanto, invitó a los cuerpos policiales a patrullar la localidad más a menudo. “Casi no hay presencia de los policías, nos gustaría que así fuese para sentirnos protegidos”, acotó.
De modo que exhortó a las autoridades con incidencia en la materia a prestarles la colaboración pertinente, con el propósito de que gocen de calidad de vida a la brevedad posible. “Necesitamos que nos tiendan la mano, estamos olvidados”, expresó.
CIFRAS
- 600 personas están afectadas por las aguas servidas
- 40 años lleva el sector con problemas de aguas negras
- 40 ranchos aproximadamente deben sustituirse
- 3 calles carecen de cloacas