DIARIO EL CARABOBEÑO
Agobiados por las carencias de la comunidad y cansados de no encontrar soluciones, los vecinos del barrio Andrés Eloy Blanco, en la parroquia Santa Rosa, pidieron a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) que corrija definitivamente las fallas energéticas de la calle Providencia.
Todas las noches los residentes se quedan a oscuras, tanto adentro como afuera de sus casas. Para que la luz regrese transcurren horas y en muchos casos el servicio es restablecido en la madrugada, luego que la corporación realiza las reparaciones correspondientes.
Los vecinos relataron que el motivo de las bajas de electricidad es por la recarga que tienen los transformadores. Algunos residentes no cancelan el servicio pero sí consumen grandes cantidades de energía, aumentando la demanda.
Hay lugareños que sufren en mayor grado las fallas, como personas mayores que necesitan oxígeno constantemente. “Hay una señora que debe dormir con su bombona de aire conectada y no lo está haciendo adecuadamente porque la luz se va. Es injusto que se presenten estas realidades”, lamentó Sara Colmenares, una de las afectadas.
Colmenares destacó que cada vez que el transformador alcanza sus niveles máximos, comienzan los bombillos a explotar, lo que representa un peligro para ellos y para cualquier peatón que circule por la calle. Denunciantes comentaron que ya no saben qué hacer para evitar que sus artefactos no se quemen. Colmenares explicó que una de las soluciones planteadas por Corpoelec es dividir el suministro de luz en la comunidad para que un solo transformador no sea el que soporte toda la carga.
Adicional a los estragos que causa la ausencia de electricidad, por más de dos años la calle Providencia se ha deteriorado progresivamente. Los vecinos preocupados por el daño, han dirigido innumerables oficios y solicitudes, en especial al Instituto Autónomo Municipal de Vialidad (Iamvial) para rehabilitar el tramo.
El año pasado una cuadrilla de Iamvial estuvo en la vía, pero dijo a los moradores que era necesario raspar el tramo, de lo contrario no se podía vaciar el asfalto. “De allí no volvieron más. Ellos visitaron la comunidad porque llamé al alcalde Edgardo Parra a través de un programa de televisión y le planteé lo que estaba ocurriendo con la vialidad, él se comprometió a enviar la ayuda pero quedó hasta allí”, criticó Rosa Martins.
Aunque la calle es angosta, bastantes vehículos la usan como vía alterna, lo que obliga a iniciar en el menor tiempo posible un arreglo duradero. El 22 de octubre de este año, el instituto se comprometió a brindar soluciones en 15 días, pero los residentes desconfían que cumplan la promesa. De no concretarse el asfaltado, la comunidad seguirá insistiendo en la ejecución de esta obra.